Deutsche Bank confía en pronta mejoría de México

GUADALAJARA, JALISCO (15/MAY/2014).- México continúa siendo la mayor promesa de América Latina pese a estar inmerso en la tendencia de elusivo crecimiento que trae la región, advierte el Deutsche Bank.

En un análisis para las economías de la región, advierte que la economía está en la ruta de recuperación estable por la mejora de los costos laborales que se han mantenido competitivamente bajos respecto a los de emergentes como China.

También identifica la normalización del gasto fiscal en sectores como el de construcción y la recuperación de Estados Unidos, como factores positivos y favorables a su confianza en México.

En el análisis, donde reiteran su previsión de crecimiento en 3.1% para este año, que está casi un punto debajo de la prevista por el gobierno, enfatizan que “México está simplemente esperando a que sus aceleradores externos le impulsen”.

Y consideran que la economía alcanzará una expansión que superará al promedio de crecimiento de los años recientes, basándose en los supuestos de un mejor desempeño del principal socio comercial de México, Estados Unidos, el mayor atractivo a la inversión por las reformas estructurales y el fortalecimiento de la competitividad con China, vía costos laborales.

DEBILIDAD REGIONAL

Al interior del reporte explican que la economía regional transita por una fase de lento crecimiento que continuará “decepcionando” a los inversionistas.

Esta observación es en alusión al pronóstico que tenía el mercado de un Producto Interno Bruto (PIB) creciendo a 2.3% en el 2013 en toda la región y que al final quedó en 2 por ciento.

El desempeño ha sido bajo tras haberse alcanzado expansiones en el crecimiento superiores a 3% en la última década.

Según los expertos del Deutsche Bank, este que no se trata solo del contexto internacional financiero y económico menos favorable. “Se ha profundizado una desaceleración en el sector industrial regional que parece ser el origen de fondo de esta pérdida de dinamismo”.

Encuentran también un deterioro en la demanda doméstica que tiene que ver con una menor inversión industrial que termino por profundizar la fase de menor dinamismo económico regional.

Anticipan un crecimiento de 1.2% para Brasil para este año, que junto con México es uno de los motores principales de crecimiento para las economías regionales y afirma que es una de las razones que están detrás del freno a la actividad en Latinoamérica.