Banxico alerta sobre los flujos de capitales

CIUDAD DE MÉXICO (13/MAR/2013).- La posibilidad de una reversión de flujos de capital requiere prudencia porque puede ocurrir por razones no relacionadas con el país receptor, advirtió el subgobernador del Banco de México, Manuel Sánchez.

El verdadero peligro es creer que esta vez será diferente y que las condiciones favorables durarán para siempre. Por eso, consideró que es necesario que tanto ahorradores y deudores, así como intermediarios financieros, tengan en cuenta que las tasas de interés tarde o temprano aumentarán.

Así habló el integrante de la Junta de Gobierno del banco central en su discurso que pronunció en la Fundación Fiel, en Buenos Aires, Argentina.

Con el tema “Redescubriendo a México”, destacó como una de las características estructurales de la economía mexicana la libre movilidad de capitales, la profundidad y flexibilidad del mercado de cambios.

De ahí que considerara que un desafío de la confianza en México es el manejo prudente de las entradas de capital.

Se refirió que el atractivo reciente de nuestro país parece haber resurgido un interés en las perspectivas económicas. En los análisis disponibles se está enfatizando la cercanía con Estados Unidos, la población joven cada vez más educada con una economía grande y diversificada de ingreso medio con una potencia manufacturera exportadora y por su sector servicios en crecimiento; además por su solidez de la política económica.

Refirió que esta confianza se ha reflejado en una participación ascendente de México dentro de los flujos de capital a mercados emergentes.

Manuel Sánchez también comentó los problemas de la inseguridad como una de las principales fragilidades junto con la baja competencia en algunos sectores y la infraestructura. Entre los desafíos estructurales, dijo que el desempeño de largo plazo de la economía mexicana no ha sido satisfactorio. El crecimiento anual promedio de nuestro país ha sido de 1.8% entre 1960 y el 2010. Mientras que el de Corea, de 5.7%; Singapur, 5.2% y Estados Unidos, de 2 por ciento.

Según Manuel Sánchez, el principal problema ha radicado en el débil dinamismo de la productividad.