Tokio 1964 marcó la era tricolor de 'Nacho' Calderón

GUADALAJARA, JALISCO (03/MAR/2016).- Sus grandes actuaciones bajo el arco del Guadalajara llevaron a Ignacio “Nacho” Calderón a cumplir el sueño olímpico. Se afianzó como el portero titular de las Chivas, equipo en el que debutó en 1962, dos años antes de la realización de la máxima justa deportiva y contribuyó con el campeonato que ganó el Rebaño en la temporada 1963-1964.

El interés de Ignacio Trelles (el estratega nacional en aquel entonces) ya estaba sobre el “Cuate” Calderón. Se acercaban los Olímpicos de Tokio y el portero rojiblanco recibió la oportunidad al demostrar un gran nivel. Y recibió la noticia de su primera convocatoria a través de un telegrama que llegó a su club.

“Me tenía que presentar en la Ciudad de México, recuerdo que nos hospedaban en un hotel, que estaba cerca de la Unidad Deportiva de Naucalpan, en donde nos preparamos. Fue una noticia muy grata y una experiencia muy bonita poder representar a México”, comentó Ignacio Calderón.

Con apenas 20 años de edad, la responsabilidad del arco cayó en él: “Era mi primera convocatoria, aunque ya había jugado partidos internacionales anteriormente. Hicimos una gira previa en Europa entre abril y mayo, mientras que los Juegos Olímpicos fueron en octubre, entonces venía de esa racha de partidos internacionales. Tokio 1964 me marcó porque seguí con la Selección durante 13 años consecutivos y jugué eliminatorias para el Mundial de 1966, en donde participé, luego en el de México 1970 y así pasaron los años”, agregó el legendario portero de las Chivas.

Un combinado tricolor muy joven se presentó en la justa; cayeron contra Rumania 3-1; empataron 1-1 ante Irán; y perdieron con su similar de Alemania 2-0. Sin embargo, al ser un combinado tricolor muy joven “nos eliminaron por la poca experiencia de aquella Selección. Fue todo muy bonito y aparte el convivir en una Villa Olímpica con los demás jugadores; todo marcó mi vida, por el hecho de haber representado a México a una corta edad. Además, el concentrarte en una Villa Olímpica con tantos deportistas de distintas nacionalidades fue muy padre, porque todos teníamos nuestras secciones de dormitorios, pero salías de ahí y veíamos a otros atletas, te sacabas fotos con ellos y convivías e intercambiabas broches (pin)”.

Lo cierto es que para cualquier desafío que viniera, tal y como lo asumió en tierras orientales. “Uno se preparaba de la mejor manera para estar listo en cada reto que venía, como los Olímpicos, por ejemplo. Me encantaba estar en la portería, era mi pasión, mi vida el estar ahí bajo los tres postes y no dejar entrar la pelota, era un gusto muy personal y desde mis inicios con la selección, en donde trataba de que ‘Nacho’ Trelles se fijara en mí, por tenía que ir a todos los balones, y gracias a Dios duré 13 años con el equipo nacional”, concluyó Calderón.

En aquella ocasión, podía participar todo aquel jugador que no tuviera una Copa Mundial o eliminatoria en su historial.

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En aquella Selección jugaron personajes como Guillermo el “Campeón” Hernández, Efraín Loza, José Luis “Calaca” González, Ernesto Cisneros, Javier “Chalo” Fragoso, Raúl “Pecas” Arellano, Pablo López, José Luis “Loco” Ausín, entre otros.