Viernes, 10 de Octubre 2025
Deportes | Comienza la lucha entre Dallas y Miami por el título de la temporada de la NBA

Los Mavericks buscan revancha con el Heat

Después de siete meses de temporada regular, hoy inicia la lucha por la gloria de la NBA entre Dallas y Miami

Por: AFP

LeBron James previo a la final.AFP  /

LeBron James previo a la final.AFP /

MIAMI, FLORIDA (31/MAY/2011).- Los Mavericks de Dallas y el Heat de Miami intentarán desmentir el viejo dicho de que “segundas partes no son buenas”, hoy en el arranque de la final por el título de la temporada 2010-2011 de la NBA, un duelo de difícil pronóstico dada la paridad de fuerzas entre ambos bandos.

Aunque ya se enfrentaron en la final de 2006, año en el que el Heat ganó su único título de campeón hasta la fecha, el choque de esta ocasión tiene particularidades que lo hacen diferente.

Para empezar, Dirk Nowitzki ya no está remando solo en Dallas, ahora tiene en su barca a veteranos de gran jerarquía como Jason Kidd, Shawn Marion, Jason Terry y Peja Stojakovic, y jugadores de empuje como el revitalizado Tyson Chandler y el chispeante puertorriqueño José Juan Barea.

Nowitzki y Terry, además del controvertido dueño Mark Cuban, son los únicos que han sobrevivido a la debacle de 2006.

En ese entonces, los Mavericks arrancaron ganando los dos primeros partidos, y después fueron barridos en los cuatro siguientes.

Por el lado de Miami también ha cambiado el perfil del equipo, aunque no su espina dorsal. El canastero Dwayne Wade, un año más experimentado, y más golpeado por los avatares de la cancha y los problemas de la vida, ya no tiene a su lado al gigante Shaquille O’Neal, quien le ayudó a conseguir el título en 2006.

Pero ahora cuenta con dos socios de gran envergadura, a los que persuadió para que firmaran por menos dinero con tal de ganar un primer anillo de campeón: LeBron James y Chris Bosh.

Por ese solo hecho Wade hubiera merecido ser el MVP del Heat. Pero el  verdadero mago de volátiles palabras ha sido otro repitente, Pat Riley, el alquimista que transmutó los egos individuales de tres superestrellas en un gran ego colectivo.

Sin embargo, más allá de sus superestrellas, Dallas y Miami fueron los equipos más consistentes de todo el torneo, y por eso están en la final.

Como siempre, los “Mavs” tuvieron una buena temporada regular, pero esta vez lograron exorcizar los fantasmas de los grandes derrumbes en los playoffs, y lo demostraron dejando en el camino a Portland, a los campeones Lakers de Los Ángeles y a los peligrosos Thunder de Oklahoma City.

El entrenador Rick Carlisle ha convertido a los Mavericks en una unidad tan dura como una roca, y el equipo fue capaz de salvar una mediocre mitad de campaña, cuando se lesionó Nowitzki, y su mejor reservista, Caron Butler, quedó fuera de la temporada por una lesión de rodilla.

El Heat tampoco tuvo un camino fácil en los playoffs, derrotando a Filadelfia, Boston y a los Bulls de Chicago, equipo con mejor récord de la temporada regular.

Erik Spoelstra, entrenador del Miami, no la tuvo fácil, pues estuvo a punto de perder el trabajo cuando el Heat andaba a los trancos porque James, Wade y Bosh jugaban a ser estrellas fugaces y no astros asentados.

“Tuvimos que pasar por muchas adversidades. Esa lucha que hemos pasado en marzo, cuando perdimos cinco partidos consecutivos, fue lo que nos ayudó. Por doloroso que fuera, tuvimos que pasar por ese fuego juntos para poder ganar la confianza de que podemos tener éxito ahora en la postemporada”, señaló Spoelstra.

La serie Miami-Dallas tendrá como atractivo varios duelos personales que podrían inclinar la balanza entre ambos.

Nowitzki es la fuerza ofensiva de Dallas, con 28.4 puntos por juego, pero LeBron James es el jugador más completo de todo el campeonato.

Shawn Marion tiene un reto grande ante Chris Bosh, y Wade intentará pasar por encima de la telaraña de Jason Kidd.

Pero más allá de estos increíbles mano a mano, la diferencia en la serie la podrían hacer  dos factores tangibles a favor de Dallas: su mayor profundidad en la posición de armador (Kidd con el refuerzo de lujo de Barea ante un lento Mike Bibby), y la fortaleza en la banca de los Mavericks.

“Me gusta el equipo, creo que tenemos más profundidad que en 2006, y podemos jugar todo tipo de estilos. Por lo tanto, vamos a ver qué pasa”, declaró Nowitzki.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones