Sábado, 04 de Mayo 2024
Deportes | Juli Gómez venció el dolor físico al descalabrarse y seguir jugando en el mundial

Julio Gómez, el héroe de hace un año

Julio Gómez venció el dolor físico en el mundial de la Sub-17 en el 2011 al descalabrarse y seguir jugando para después anotar un gol

Por: SUN

CIUDAD DE MÉXICO (10/JUL/2012).-  Su nombre es sinónimo de lucha y entrega. Julio Gómez venció el dolor físico y demostró que el hambre de triunfo es más fuerte que cualquier obstáculo.

Han pasado 365 días desde que el delantero del Pachuca, junto a 20 guerreros más, se coronó Campeón del Mundo en el estadio Azteca y hoy, la “Momia” comparte la nostalgia al recordar dicha hazaña.

"(El Mundial) Me dejó muchas enseñanzas, alegrías sobre todo porque conseguir un Mundial no es cualquier cosa. Me siento muy contento al recordar los estadios llenos y vivir cosas que nunca me habían pasado", dijo el jugador en entrevista vía telefónica.   

Para Gómez el suceso más significativo se dio en el juego de semifinal ante Alemania, cuando luego de recibir un fuerte impacto en la cabeza tuvo que entrar vendado y se convirtió en el héroe al anotar el gol que le otorgó a México el pase a la final.

"Yo sé que de un día para otro cambió mi vida porque antes de ese partido no era nadie y después todo lo que pasó de la descalabrada, de volver a ingresar a la cancha con la venda en la cabeza, de que la gente gritara mi nombre y regresar con un gol de chilena, fueron cosas que marcaron mi vida", indica Gómez al tiempo de rememorar que en un principio la afición mexicana no mostró interés en ellos.

"Nadie creía en nosotros, había mucha gente que se preguntaba quiénes éramos, pero la expectativa siempre estuvo a tope en la mentalidad, sabíamos lo que queríamos", indica.

El Mundial Sub-17 no sólo trajo consigo alegrías en la vida del seleccionado, pues admite que la fama le hizo pagar un precio muy caro.

"En su momento sí (me rebasó la fama) porque todas las cámaras y la gente me querían conocer. Soy muy sincero y me crecí, me sentí la gran cosa. En ese momento pasó la lesión y yo me sentía muy desesperado por no poder jugar. Estaba muy reciente lo del Mundial y en el primer equipo no me tomaban en cuenta, tenía problemas con el club, me sentía la gran cosa y es algo que no me debió pasar; tuve muchas peleas con todos los del equipo. El tiempo me hizo cambiar, me mentalicé gracias a buenos consejos de jugadores, amigos y familia. Eso me hizo cambiar el chip y ahora soy más atento, con más experiencia".

Goméz asegura que el ver a su compañero Marco Bueno ir a probarse a Europa fue algo que también lo hizo reaccionar.

"La posibilidad me la quité yo solito, porque en principio cuando mi compañero Marco Bueno salió yo estaba lesionado y no pude hacer nada. Fueron circunstancias y cosas del destino que a Marco le haya tocado y a mí no, pero nunca hubo malas vibras para él, eso me alentó", señala, al tiempo de mostrarse con mayor madurez y dejar claro que debe dejar atrás ese suceso para enfocarse en nuevas metas.
“El Mundial no te asegura la vida. La vida sigue, estamos muy jóvenes y aún nos queda mucho camino por recorrer en el futbol. Si queremos volver a ser Campeones hay que seguir trabajando con la misma humildad".

Hoy Julio Gómez vive su carrera como profesional de una manera distinta, consciente de que aún le queda un largo trayecto tanto en el primer equipo del Pachuca como en la Selección Sub-20, con la que en los próximos meses buscará su pase al Mundial de la categoría.

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