Fin de una era

LONDRES, INGLATERRA (01/JUL/2010).- Cuando Roger Federer cayó ayer en los cuartos de final de Wimbledon, no sólo le dijo adiós al tercer “Grand Slam” del año. Su derrota ante el checo Tomas Berdych destruyó también sus aspiraciones de empatar el récord de Pete Sampras con siete coronas en el All Englad Club, y por si fuera poco, lo enviará el próximo lunes hasta el tercer lugar del ránking mundial ATP.
 
Es el fin de una era. Fueron siete años consecutivos los que el suizo estuvo presente en la final del torneo londinense. Con su imagen indestructible y elegante, el jugador de 28 años construyó un imperio en el que se ganó el respeto y admiración de sus rivales. Hoy, como le ha sucedido ya en otros torneos este año, se mostró vulnerable.

“No estoy contento con la forma en que estoy jugando. No pude hacerlo de la manera que quería. Es frustrante”, expresó tras la derrota el ganador de 16 torneos de “Grand Slam”.

Por primera vez desde 2003, Roger ocupará el tercer escalón en la clasificación mundial. Pero ese no es el principal problema del tenista, quien se queja del cansancio acumulado en años, así como de un dolor en la espalda que no lo ha dejado jugar al cien por ciento en sus últimos tres partidos.

“Tuve algún asunto en la espalda y en las piernas. Necesito un descanso. Cuando estás lesionándote no te sientes cómodo y no puedes concentrarte en cada punto porque sientes el dolor”, explicó Federer.

El 2010 no ha sido el mejor año para el suizo, eliminado en etapas muy tempranas en torneos como Roland Garros, el Masters de Roma y Miami. No ha cosechado un título desde que en enero pasado se coronó campeón en el Abierto de Australia y eso ya es preocupante.

Exasperado luego de que su cuerpo no pudiera soportar las embestidas de Berdych, Federer tenía una idea en su mente tras la eliminación: Conseguir alejarse lo antes posible del tenis.

“No estoy acostumbrado a perder en cuartos de final, no es algo que he hecho en los últimos seis años, pero he tenido problemas con mi juego y con mi físico. Tengo muchas ganas de descansar con mi familia”, reveló.

Su caída en cuartos de final del Roland Garros detuvo una racha de 23 semifinales consecutivas en torneos de “Grand Slam”, y su derrota en el césped londinense fue su primera antes de una final desde 2002.

“Obviamente la gente piensa que perder en cuartos es sorprendente para mí, pero se morirían si pudieran jugar en esa instancia de ‘Grand Slam’”, comentó Federer.

Rafael Nadal va contra Andy Murray

El tenista español Rafael Nadal, número uno del mundo, remontó ayer un primer set adverso ante el sueco Robin Soderling, sexto favorito, para meterse en las semifinales del torneo de Wimbledon con una victoria de 3-6, 6-3, 7-6 (4) y 6-1.
 
Al zurdo de Manacor, Mallorca, segundo cabeza de serie, le llevó dos horas y 43 minutos imponerse a su oponente escandinavo, quien se había metido en cuartos de final por primera vez en este “Grand Slam”, y al que el balear también derrotó el pasado 6 de junio en la final de Roland Garros.

Tras esa prueba, Nadal se enfrentará en la penúltima ronda al británico Andy Murray, en quien el Reino Unido deposita todas sus esperanzas para recuperar el título de Wimbledon por primera vez desde 1936, cuando lo consiguió el venerado Fred Perry.

"Me queda muchísimo camino para pensar en una final, tengo que ganar primero al mejor jugador del mundo para tener, siquiera, una posibilidad de lograrlo”, comentó el escocés, cuestionado por la posibilidad de lograr ese reto que su país espera de él.

Djokovic alcanza las semifinales sin despeinarse

El tenista serbio Novak Djokovic clasificó a las semifinales de Wimbledon al lograr el miércoles un cómodo triunfo por 6-3, 6-2 y 6-2 frente al taiwanés Lu Yen-hsun.

Lu dio el lunes la gran sorpresa del cuadro masculino al eliminar al finalista de 2009, Andy Roddick, una victoria que lo convirtió en el primer hombre asiático que alcanza los cuartos de final de un torneo “Grand Slam”, desde que lo hiciera el japonés Shuzo Matsuoka en 1995.

Sin embargo, Lu, hijo de un criador de pollos, se topó con un Djokovic implacable, quien cerró el partido a su favor con una excelente derecha cruzada tras una hora y 51 minutos de juego.