Dayron Robles, Saladino y Maggi, rescatan la actuación latina

BEIJING, CHINA.- El cubano Dayron Robles, el panameño Irving Saladino y la brasileña Maurren Higa Maggi se exhibieron en el estadio Nacional de Beijing, el espectacular Nido del Pájaro que ha albergado la competición de atletismo, para alcanzar la gloria olímpica.

Robles se subió a lo más alto del podio más ansiado por China, el de los 110 metros vallas, y se colgó el oro que miles de millones de personas ansiaban ver colgado en el cuello de Liu Xiang, pero el sueño del ídolo del 'gigante asiático' quedó truncado con una lesión en el talón de Aquiles que le impidió ni siquiera competir.

Saladino, que ya se había proclamado campeón mundial de salto de longitud hace un año en Osaka, completó el círculo para seguir el camino del cubano Iván Pedroso y demostrar que es 'jefe' de su prueba.

Beijing 2008 ofreció una despedida brillante, plateada en este caso, a la gran carrera del marchador ecuatoriano Jefferson Pérez, que cerró su historial con un segundo puesto doce años después de haber ganado el oro de los 20 kilómetros en Atlanta'96. Triple campeón mundial, cedió esta vez ante el ruso Valeri Borchin.

Maurren Higa Maggi encontró por fin el golpe de gracia para coronarse de una vez, y lo hizo en el momento adecuado. Tras una dilatada trayectoria, con suspensión por dopaje incluida, después de haber sido madre, la brasileña se alzó por el oro con un primer salto de 7,04 y con un susto final por la presión de su predecesora, la rusa Tatyana Lebedeva, quien se quedó a tan solo un centímetro.

La colecta de preseas latinoamericanas se cerró con las platas de las cubanas Yarelis Barrios y Yipsi Moreno en disco y martillo, respectivamente, y con los bronce de los también caribeños Ibrahim Camejo en salto de longitud y el bronce de Leonel Sánchez en dectatlón.

Como casi se esperaba, algunos de los grandes de los últimos años cedieron sus tronos, como el dominicano Félix Sánchez y la cubana Osleidys Menéndez, quienes no pudieron revalidar sus títulos de 400 vallas y jabalina tras una temporada plagada de lesiones y en el caso del primero incluso desmoronado por correr la primera ronda tras conocer el fallecimiento de su abuela materna.

Tampoco pudo repetir el éxito de Atenas'04 la cubana Yumileidi Cumba, quien tras ser campeona en Olimpia ni siquiera pudo aspirar a entrar en la final de peso, y el atletismo mexicano echó en falta la referencia de las últimas grandes citas, la cuatrocentista Ana Gabriela Guevara, ya retirada de las pistas.

Dayron Robles hizo una competición modélica. Desde la retirada de Liu Xiang antes de iniciarse la primera ronda estaba llamado a ser el único y contundente aspirante al oro de los 110 vallas.

Tras arrebatar en Ostrava (República Checa) el récord del mundo al propio Liu Xiang, le relevó en el palmarés de los Juegos casi sin forzar la máquina. No tuvo rivales. Ahora me siento como el número uno, porque tengo el récord mundial y soy campeón olímpico", aseguró el cubano tras su incontestable victoria en el escenario que estaba preparado para la gloria de todo el pueblo chino y de su ídolo.

Ahora me siento como el número uno, porque tengo el récord mundial y soy campeón olímpico", aseguró el cubano.

Saladino también fue contundente en su victoria, no por la marca, 8,34, la peor de un oro olímpico desde los 8,24 con los que el estadounidense Randy Williams venció en Múnich'72, sino por la sensación de superioridad absoluta.

Al contrario que Robles, el 'canguro' de Colón lo pasó mal para acceder a la final tras dos nulos, pero a la postre hizo valer su poderío y entró a través de la repesca. Luego, en la final, nadie pudo hacerle sombra e hizo historia al dar a Panamá el primer oro de su historia en unos Juegos y al devolver a Latinoamérica el trono de la longitud, el que había logrado en Sydney'00 Pedroso y que voló a Estados Unidos en Atenas'04 gracias a Dwight Phillips.

Cuba regresó al podio olímpico de longitud a través de Ibrahim Camejo, quien con 8,20 en su último intento apartó del bronce al desconocido zimbabuo Ngonidzashe Makusha.

Jefferson Pérez, quien según el marchador español Jesús Ángel García Bragado, otro ilustre veterano, se trasladará los próximos meses a Madrid para hacer un masters de administración de empresas, cerró su ciclo con una más que meritoria plata en los 20 kilómetros.

Tan solo el ruso Borchin pudo con el atleta de Cuenca, quien sepultó las ilusiones de su rival en sus tres títulos mundiales, el español Paquillo Fernández, con un ataque demoledor que le valió para subir al segundo peldaño del podio y regresar a él en su despedida doce años después de ser oro en Atlanta'96.

La cubana Yarelis Barrios, bronce en los Mundiales de Osaka y campeona panamericana y de la Universiada en 2007, logró la medalla de plata en disco con un tiro de 63,64, 1,10 menos que el de la sorprendente campeona, la estadounidense Stephanie Brown Trafton.

Campeona universal en Edmonton'01 y París'03, la caribeña Yipsi Moreno enlazó su cuarta gran plata seguida en el lanzamiento de martillo tras las logradas en los Juegos de Atenas'04 y los Mundiales de Helsinki'05 y Osaka'07.

La atleta de Camagüey, que el 19 de noviembre cumplirá 28 años, por momentos soñó con el oro, pero a la postre la más fuerte fue la bielorrusa Aksana Miankova, lo que, sin embargo, no empaña su participación.

La marcha mexicana sigue sin levantar cabeza y lo mejor fue el sexto puesto de Horacio Nava en los 50 kilómetros marcha, ya que otra de las grandes esperanzas, Eder Sánchez, en los 20, sucumbió y solamente pudo ser decimoquinto.

 EFE