Barca desea que Ronaldinho se despida del Camp Nou

Barcelona.- El FC Barcelona se ha marcado como reto que el brasileño Ronaldo de Assís, Ronaldinho, se despida multitudinariamente en el Camp Nou y que reciba el último reconocimiento de la afición barcelonista, para cuyo propósito el club trabaja con la fecha de la celebración del torneo veraniego del Joan Gamper, programado para el 16 de agosto.

Para que este deseo prospere, Ronaldinho no debería viajar con su selección a los Juegos Olímpicos, ya que éste sigue siendo el propósito del jugador, a pesar de que haya cambiado de equipo.

Ronaldinho, que hoy pasará el control médico en Milán, previa firma del contrato que le ligará con este club, mantiene su interés por participar en la cita olímpica. De marchar finalmente con Brasil a Pekín, el Barcelona buscaría otra fecha más avanzada en el calendario.

La idea del Barcelona es escenificar en el Camp Nou la relación intensa que siempre se ha producido entre la afición barcelonista y el jugador brasileño en los últimos cinco años.

El propósito de la junta que dirige Joan Laporta desde el 2003 es evitar que cualquier jugador que abandone el club lo haga con un portazo y por la parte trasera del Camp Nou, como tantas veces había ocurrido en anteriores años.

De esta forma, la primera gran estrella del Barcelona en los últimos años, como es Ronaldinho, tendrá todos los mecanismos del club a su disposición para que pueda decir el último adiós en un baño de multitudes en el Camp Nou.

El primer gesto por parte del club para que el futbolista haya podido tener una salida sin excesivos problemas ha sido no dilatar más las negociaciones con el Milan y permitir que el jugador cumpla su deseo de participar en el calcio con el conjunto rojinegro, después de que el Barca lo declarase transferible.

Al final, el Barcelona levantó el pie del acelerador en las intensas negociaciones del martes entre la mejor oferta del Manchester City, equipo que también pretendía sus servicios, y la del Milan aceptó la del conjunto italiano. Al final, sólo ha habido un millón largo de euros de diferencia entre ambas ofertas.

El Barcelona cobrará 21 millones de euros por el traspaso, más un variable de cuatro por la clasificación del Milan en la Champions de los próximos años. Así, el Barca podría recaudar de la venta del jugador 25 millones, cinco menos de lo que le costó hace cinco años por el traspaso del París Saint-Germain.

En la transacción al Milán, el jugador renunció a cobrar el 15% del traspaso, por lo que el Barça se ahorró cerca de 3'5 millones de euros de los 21 firmados.

La última oferta que tenía el Barcelona del Manchester City fue la recibida el sábado, que pasó de 27 a 30 millones de euros, más dos de variables.

En esta operación, el jugador no renunciaba al 15% del traspaso, unos 4'5 millones de euros, y además el Barcelona debía pagar la comisión de 1'5 millones de euros al agente FIFA que operaba en la negociación. Por lo tanto, de los 30 millones más los dos de variable, el Barça habría redistribuido seis millones en comisiones.

Así pues, con la oferta aceptada del Milan el Barcelona sólo dejará de ingresar un largo millón de euros respecto a la presentada por el Manchester City, entidad que, sin quererlo, ha permitido al Barcelona presionar al Milán para elevar su oferta inicial de 10 millones más cinco de variables.

Durante la negociación en Barcelona, el club catalán cedió en algunos aspectos con el jugador, no así en las condiciones fiscales que consideraba Ronaldinho que saldría perjudicado con el cambio de país.