* Perita en dulce

Lo dicho: se trataba de llenar planas de cuaderno con palitos y bolitas... y el “Tri” lo hizo con la solvencia que era previsible. Se trataba de merendarse un pichón, y el “Tri” lo hizo con la mano en la cintura. Se trataba de engullir una perita en dulce, y los incondicionales del “Tri” --los ingenuos que viven de ilusiones, como dijo Javier Aguirre el domingo, al tratar de sacar el choclo por sus polémicas declaraciones de la semana pasada-- aún se relamen los bigotes.

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Bolivia, en la altura de La Paz, con sus mejores hombres en la alineación y con algo estimable de por medio en el encuentro, tendría que ser, necesariamente, un rival, por lo menos, respetable...

Bolivia, en Los Ángeles --un territorio mucho más familiar para los mexicanos--, con un equipo B, sin más motivación que mandar a once fulanos a la cancha a modelar los uniformes durante 90 minutos para pasar a cobrar, sin más trámite, la papeleta estipulada, era, para Aguirre y sus danzantes, un flan.

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Tampoco se trata de tirar a la basura, sin molestarse siquiera en quitarle la envoltura de papel de estaño, el 5-0 favorable del juego amistoso del miércoles  en el Candlestick Park...

Hubo beneficios. De entrada, que se ganó. Ya es algo, si se recuerda que los antecesores de Aguirre en el timón --un tal Hugo y un tal Sven-Goran-- salieron como tapones de sidra precisamente por falta de resultados... Se ganó con una amplitud que retrata con bastante fidelidad la diferencia de jerarquías, y eso también es de celebrarse, especialmente porque el futbol mexicano jamás se ha significado por su capacidad para traducir en goles al menos un porcentaje razonable de las oportunidades que se generan, en función del dominio que eventualmente se ejerce ante adversarios notoriamente inferiores.

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Además, puesto que se trataba de poner a prueba a algunos jugadores que aún están a tiempo de ganar plaza --como titulares, incluso-- en el cuadro que jugará contra Sudáfrica, Francia y Uruguay en el Mundial que comienza dentro de 105 días, merece un párrafo aparte la contribución del “Chícharo” Hernández a la victoria: si el atacante del Guadalajara llenó la solicitud merced a su desempeño en el Torneo Bicentenario, la ratificó con  los dos goles del miércoles.

Y lo más importante: que tiene el cubilete en la mano...