* Palitos y bolitas

El compromiso de la Selección Mexicana ante su similar —es un decir...— de Bolivia, esta noche en San Francisco, no parece tener más utilidad que llenar algunas planas con ejercicios de caligrafía.
Palitos y bolitas, como quien dice.

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De entrada, con todo el respeto que como país merece, Bolivia, en el universo del futbol, sería —con la venia de José Martí— “de los menores, de los segundones de la vida”. Y si a la modestia de su “pedigrée” (actualmente ocupa el escaño número 55 del tabulador de la FIFA) se suma el agravante de que para este encuentro convocó a una especie de “Selección B” —lo que se justifica, de alguna manera, porque el encuentro, desde su perspectiva, es irrelevante—, la conclusión, por donde se le busque, sólo puede ser una: que el seleccionado mexicano tiene la obligación de rendir buenas cuentas.

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Ahora bien: rendir buenas cuentas significa, por supuesto, conseguir un resultado positivo. No necesariamente ganar —valga el subrayado—, porque la victoria o la derrota son, a veces, accidentes del futbol; hijos (a veces putativos; a veces, simplemente, naturales) de imponderables tales como los yerros arbitrales, etc. Sí, en cambio, acusar algunos progresos en el funcionamiento del equipo.

Se sobreentiende que no puede pedirse que se mejores las muestras que se dieron en la recta final de la eliminatoria mundialista: ni se dispone de los “europeos” (Giovani, Salcido, Osorio, Franco, Vela, Márquez, Guardado...), porque el partido de esta noche es de simple relleno en la agenda, ni hay la presión que había cuando se remaba contra la corriente y se trataba de rescatar, con uñas y dientes, el boleto para el Mundial al que ya le estaban saliendo alitas en un momento determinado.

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Interesa, en todo caso, que los jugadores que fueron llamados “a prueba”, aprovechen la oportunidad para demostrar que pueden ser elegibles. Que Michel y/u Orozco demuestren que se puede contar con ellos si finalmente Ochoa y Corona no salen del bache en que se encuentran. Que el “Chícharo” Hernández y Aldo de Nigris, que ya después de la eliminatoria han tenido actuaciones sobresalientes con sus equipos en las competencias domésticas, demuestren que tienen con qué pisar con firmeza en compromisos de carácter internacional... aunque el de esta noche, como ya se dijo, no pase de ser un simple ensayo de orquesta.