* “Morralla”

Uno por sus habituales penurias económicas, el otro atrapado en su propia trampa de sólo utilizar jugadores mexicanos, el hecho es que los representantes de Atlas y Guadalajara dieron la nota en el “draft” de futbolistas. No la dieron, sin embargo, por haber asestado ninguna campanada espectacular. Al contrario: la dieron por haber sido los únicos que no metieron la mano al bolsillo para sacar la cartera, ni en defensa propia.

Mientras Puebla, salvado “in extremis” del descenso en la temporada anterior, e Indios de Ciudad Juárez, recién llegado al máximo circuito, hacían compras de pánico, rojiblancos y rojinegros apuntaron sus baterías sobre unas cuantas cartas --las “Chivas” sobre Landín y el “Amaury” Ponce, del Atlas no se supo--... y, al final de la película, volvieron a casa con las manos vacías.

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Salvo unas cuantas transferencias medianamente sonadas --la del “Chango” Moreno al América, la de Richard Núñez al Puebla, y la de Juan Carlos Cacho a los “Pumas”, porque la de Juan Carlos Medina del Atlas al mismo América se venía cocinando desde hace varios días--, el resto, con todo respeto para los jugadores involucrados, fue simple “morralla”...

Sin cancelar la posibilidad de que Luis Gabriel Rey, Robert de Pinho o el ya señalado Richard Núñez (“Súper Richard” para algún jilguero de la televisión, una tarde, en un partido del Cruz Azul, en que se puso a hacer goles como si supiera) reverdecieran sus marchitos laureles, parece difícil que los equipos que sí abrieron la cartera en Cancún, acusen una metamorfosis significativa para la próxima campaña, por obra y gracia de las “caras nuevas” que tendrán en sus elencos.

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Por lo que hace a Guadalajara y Atlas, el riesgo de que el primero --líder  general en la etapa clasificatoria del pasado Torneo de Clausura-- se desdibuje a raíz de la salida de “Maza” Rodríguez y, sobre todo, de Omar Bravo, o al segundo le ocurra otro tanto a consecuencia de las ventas de Medina y, sobre todo, de Bruno Marioni --el alma de su ofensiva en la campaña anterior--, abre las puertas a la posibilidad de demostrar que va en serio la inversión, en tiempo, dinero y recursos humanos, que sus dirigentes están haciendo en las fuerzas básicas, y que a la primera oportunidad --esta, sin ir más lejos-- pasarían a demostrarlo.
De manera que...