* Grano... y paja

Ya es un tópico: “los aficionados se alejan de los estadios a consecuencia de la mediocridad de los equipos...”.

Sin embargo, ni es novedad que tal fenómeno se esté presentando de manera generalizada en el actual Torneo de Apertura... ni es estrictamente cierto que se trate de una regla.

* En la jornada que este sábado se pone en marcha, sin ir más lejos, habrá, seguramente, buenas entradas en los partidos Santos Laguna-Monterrey y Morelia-Cruz Azul, porque se trata de combinaciones que prometen. Y aunque en el curso de la semana se ha machacado insistentemente en que la mediocridad --avalada por los números-- de los América y Guadalajara, amenaza con traducirse en un “Clásico” desairado por las multitudes que en otras ocasiones casi llegan a la “guerra civil” cuando el encuentro de sus equipos favoritos funge como catalizador, nada tendría de sensacional que esa cosa a la que algún imaginativo bautizó como “el respetable”, acuda al Azteca... aunque lo haga atraída por el morbo de ver las tribunas desoladas.

* Si aún no calienta el campeonato, pese a que prácticamente está en la recta final de la etapa clasificatoria, habría que tomar en cuenta un par de factores...

Uno, que algunos de los tradicionales protagonistas, en efecto, no alcanzan el nivel que quisieran sus simpatizantes. A cambio del Cruz Azul, que hasta ahora va cumpliendo con creces --y alimentando, por tanto, el temor de que vuelva a desinflarse a la hora de los mameyes--, otros de los tradicionales “grandes” (Toluca, Pachuca, Pumas... y, por supuesto, los ya señalados América y Guadalajara) andan volando bajo.

Otro, que la mayoría de los aficionados, en efecto, aún no acaban de recuperarse de la borrachera del Mundial... y de la frustración de que las promesas implícitas en la campaña mediática en torno al “quinto partido” y de la posibilidad de dar vuelta a la página para pasar del “sí se puede” al “ya se pudo”, se quedaron incumplidas. (Como de costumbre, por lo demás).

* En el caso concreto de Guadalajara, cuando los equipos locales han dado a sus simpatizantes el grano de sus posibilidades de hacer historia, las entradas han estado a la altura. Cuando les han dado paja, como ahora... ahí están las consecuencias.

(En otras palabras: una cosa es que los aficionados sean fieles a sus banderas... y otra muy diferente que sean tontos).