Sábado, 11 de Octubre 2025
Deportes | A propósito por Jaime García Elías

* Clásico ''pirata''

A propósito por Jaime García Elías

Por: EL INFORMADOR

A estas alturas de la película, más que bizantino u ocioso, resulta necio recalentar el asunto de si los partidos América-Guadalajara aún resisten el calificativo o si la etiqueta de “Clásicos” ya les queda grande...

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Una cosa es la posibilidad de que la edición del domingo próximo, en el Estadio Azteca, pueda resultar un tanto desairada, a consecuencia del escaso protagonismo --¡de la mediocridad, para decirlo con todas sus letras!-- de los dos equipos en el actual Torneo de Apertura, y otra muy diferente plantear la posibilidad de desconocer el proceso que lo ha convertido en el Clásico por antonomasia en el futbol mexicano.

Quien conoce la historia avalará que fue a principios de la era del Guadalajara “Campeonísimo”, hace medio siglo, cuando Emilio Azcárraga Vidaurreta --abuelo del actual magnate de la televisión en México-- adquirió los despojos del América de Isaac Bessudo e incorporó a Guillermo Cañedo como presidente y a Fernando Marcos como técnico del equipo, que se fraguó la estrategia orientada a convertirlo en la contrafigura de las “Chivas”.

El azar --casualidad, caso fortuito, según el tumba-burros-- ayudó: en una de las primeras temporadas de la fórmula Azcárraga-Cañedo-Marcos, el América ganó a los tres equipos que a la sazón había en Jalisco (Atlas, Guadalajara y Oro), en el viejo Parque Oro, con idéntico marcador de 2-0.

Marcos, maestro de la ironía, acuñó --y explotó hasta la saciedad-- el chiste de que el teléfono de larga distancia automática para Guadalajara era 2-0, 2- 0, 2-0. Y, como diría el ranchero, “de ahí pa ́l real...”.

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Los “clásicos” precedentes eran, en el Distrito Federal, Atlante-Necaxa; en Jalisco, Guadalajara- Atlas. Este último, aun en tiempos de crisis, conserva su rango. El otro lo desvaneció gradualmente hasta perderlo por completo a raíz de que sus protagonistas se despersonalizaron, primero, y se desterraron de la capital, después.

La incapacidad de América y Guadalajara para estar, en el actual torneo, a la altura de su historial, de su popularidad y de su prestigio, alimentan la sospecha de que el del próximo domingo pudiera ser un Clásico venido a menos, porque ni cremas ni rayados han adquirido protagonismo: uno y otro se han limitado a ser extras en la película del campeonato.

Será un Clásico en versión pirata; un Clásico de segunda mesa; un Clásico que ha vivido ediciones mejores, ciertamente... pero un Clásico de todos modos.

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