Los silencios escultóricos de Rivelino

LISBOA,PORTUGAL.-Las cumbres iberoamericanas deben convertirse en algo más que un encuentro económico o político. Así lo considera al menos el escultor jalisciense Rivelino y por eso, con motivo de la celebración de esta reunión durante esta semana en Lisboa (Portugal), ha creado la exposición callejera Nuestros silencios.

En la misma Plaza del Marqués de Pombal, en el centro de la capital portuguesa, 10 gigantes realizados en bronce y un cubo táctil en acero representan “todo lo que las personas prefieren no decir”, de acuerdo con el artista nacido en San José de Gracia en 1973.

Las esculturas, que miden 3.2 metros de alto y pesan 850 kilos cada una, estarán expuestas en Lisboa hasta enero de 2010. Entonces viajarán a seis ciudades europeas: Madrid, Bruselas, Roma Berlín, Londres y finalmente Burdeos, donde se ubicarán en calles, plazas o jardines, porque “la calle es el lugar idóneo para presentarlo, ya que no se tiene que pagar un boleto, formarse, ni ceñirse a un horario o una etiqueta de vestimenta”, expresa Rivelino.

Sus gigantes “están detallados con una caligrafía que caracteriza a mi obra. Además, tienen ciertos ornamentos que los hacen diferentes unos de otros. Algunos llevan sobre la boca una placa que hace alusión a este silencio, que en la mayoría de las ocasiones es involuntario... Pensando en incluir a todos los grupos sociales, diseñé un cubo de acero que tiene en su interior las 10 piezas a escala para los invidentes”, comenta el escultor jalisciense.

El autor explica que las figuras “son parecidas en cuanto a la constitución física, ya que todos los seres humanos somos iguales o debemos serlo, y lo único que nos diferencia es lo que se lleva en el cuerpo cargando, ya que para mí lo que nos hacen diferentes son las experiencias”.