Miércoles, 19 de Febrero 2025
Cultura | Se le considera pionero del realismo en la fotografía

Exposición de Paul Strand será exhibido en el Palacio de Bellas Artes

Su inspiración la encontraba en la vida de los obreros

Por: SUN

MÉXICO (29/MAY/2010).- Al hablar de Paul Strand es necesario resaltar que su inspiración la encontraba en la vida de los obreros, en la vida rural, en la pobreza. Se le considera pionero del realismo en la fotografía. Sus imágenes de gente en la calle son escenas espontáneas que se acercan al retrato psicológico.

Su legado, vasto e importante, será exhibido en el Palacio de Bellas Artes. Los detalles completos de la muestra se darán a conocer la semana entrante por Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes ( Conaculta) y Emilio Azcárraga Jean, presidente del Grupo Televisa.

La Fundación Televisa, organizadora de la exposición, anunció hace unos días, la repatriación de la obra que el fotógrafo estadounidense creó en nuestro país, para ser mostrada al público en el principal recinto artístico de la capital.

Desde pequeño, Paul Strand comenzó a desarrollar su gusto por la fotografía. El artista, nacido en Nueva York el 16 de Octubre de 1890, era hijo de inmigrantes de Bohemia, República Checa.

Su padre le regaló su primera cámara cuando apenas tenía 12 años. Dos años después, comenzó a estudiar en la Escuela Superior de Ética, y gracias a Lewis Hine (Wisconsin, 1874-Nueva York, 1940), que en aquel momento realizaba fotografías de los inmigrantes que llegaban a Ellis Island, se puso en contacto con el grupo Photosecesion y conoció a Alfred Stieglitz (Nueva Jersey, 1864-1946), quien fue un gran valedor de su trabajo.

En 1911, cuando Strand tenía 21 años, abrió su propio estudio fotográfico, justo después de graduarse.

Desde sus inicios en el arte de la imagen comenzó a luchar contra la tradición del pictorialismo (corriente fotográfica, desarrollada a nivel mundial a final de 1880 y de la Primera Guerra Mundial, que supone hablar de una imagen simple captada/separada de un mero registro de la realidad), y de usar la fotografía como el método más rápido para llegar al mismo sitio que la pintura.

Él observaba lo que pasaba a sus alrededores para capturarlo con su cámara, se interesó por el cubismo y se impregnó de su discurso y estética.

Naturaleza y arquitectura

En 1916 las fotografías de Paul Strand aparecieron en la revista Camera Work, editada y publicada por Alfred Stieglitz desde 1902 a 1917, acompañadas de un texto del editor que decía que Strand era el fotógrafo más importante de Estados Unidos desde Alvin Langdon Coburn (Boston, 1882-Gales, 1966). Stieglitz agregó que era: “La expresión directa de nuestro tiempo”.

Un año más tarde, el fotógrafo estadounidense publicó una serie de imágenes tomadas desde ángulos poco convencionales, que ponían de relieve su interés por el individuo y su relación con la geometría de los edificios pertenecientes a la arquitectura moderna.

En algunas de sus primeras fotografías se refleja un interés por un tipo de encuadre que obliga al observador a ser partícipe de la imagen, pues se trata de enormes espacios vacíos que deben ser llenados por la imaginación de cada persona.

Entre 1917 y 1923, Strand escribió mucho sobre este tema y mostró su admiración por las imágenes de Stieglitz, su gran mentor.

“Él siempre ha mostrado un gran respeto por las cosas tal como son. Observa que cada objeto, cada hoja de hierba se tiene en cuenta y se y usa, que todas las cosas se aceptan plenamente unas a otras”, escribió Stieglitz. Un buen ejemplo de esto es su fotografía The White Fence (1916), en la que retrata en primer plano una cerca blanca y de fondo toma el jardín de unas casas. Se trata de un paisaje de la vida rural estadounidense.

En 1925, Strand realizó la película Manhattan, con Charles Sheeler; ésta fue estrenada en el Capithol Theatre de Nueva York. Manhattan quizá pueda ser considerada la primera película documental e independiente de la historia, claro, con permiso de Robert Flaherty y su Nanook of the North.

Strand y Sheeler realizaron un documental totalmente libre a cerca de la ciudad de Nueva York, basado en la visión, muchas veces abstracta, obtenida previamente en trabajos con la cámara fotográfica.

En 1932 fue invitado por el compositor Carlos Chávez , para fotografiar México. Con ayuda de Chávez, hizo una exposición en el edificio de la Secretaría de Educación y consiguió un trabajo por encargo: hacer un reportaje sobre las escuelas rurales de Michoacán, con la ayuda de Agustín Chávez, sobrino de Carlos. Los dos viajaron juntos y Strand realizó, por primera vez, retratos con un prisma, que resultaron un éxito total.

En 1933 empezó a ejercer como director del departamento de fotografía de la Secretaría de Educación Pública y, bajo su gestión, se fundó el grupo f/64 de fotógrafos estadounidenses de la costa oeste, entre ellos la fotógrafa Imogen Cunningham (Portland, 1883-San Francisco, 1976) y Edward Weston (1886-1958).

La primera etapa de la carrera de Strand se desarrolló en el Manhattan de inicios del siglo XX, antes de la gran depresión financiera de 1929. En ese periodo se nota su distanciamiento de las corrientes de la época y su inicio por perfilar su estilo directo, vacío de trucos y ambigüedades.

Paisajes inagotables

En la época del crack bursátil el fotógrafo participó activamente en política. En 1935 viajó a la Unión Soviética donde conoció al célebre director de cine Sergéi Eisenstein.

De regreso a su país natal, Strand empezó a producir documentales sociales y, junto a Berennice Abbott, formó la Photo League en Nueva York con el propósito de crear una prensa radical con imágenes de las actividades de los sindicatos de trabajadores y de las protestas políticas.

En 1945 el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) presentó una exhibición monográfica de Strand. En la década de los 50 y 60 viajó por Francia, Italia, Egipto y Gahana, produciendo una serie de libros de fotografía.

Entre sus publicaciones están Time in New England (1950), que realizó en conjunto con Nancy Newhall, en ese entonces encargada del departamento de fotografía del MoMA, el cual retrata la Nueva Inglaterra y sus heterogéneos personajes; Un Paese (1952), que hizo con Cesare Savatini, sobre un pueblo Italiano, Luzzara en el valle de Po; y Tir a’Mhurain (1954), que también refleja la complicidad de los habitantes con la naturaleza que se da en la isla de Uist del Sur, en la costa oeste de Escocia.

Pese que a que ya había viajado por Europa, las fotografías de Strand de esta época son las que reflejan su estilo directo y realista.

El fotógrafo se caracterizó por huir del momento decisivo y se centró en una fotografía que desgrana la sociedad rural de pequeños lugares de Escocia, Francia, Italia y Marruecos. Para ello, retomó su estilo directo en el retrato: personajes centrados, iluminación difusa que resalta texturas, sin artificios, con fondos simples que no distraen y con unos personajes que miran hacia la cámara directamente, de tú a tú.

En todos estos retratos el fotógrafo pone de manifiesto que siente pasión por las clases obreras. En torno a ellas se articula el resto de fotografías del medio rural que inmortalizó.

Los paisajes y la arquitectura que retrató giran alrededor de los personajes anónimos, pero con entidad propia. Y es que ellos son parte muy importante en su obra y complementan su visión de los lugares donde realizó sus reportajes.

“Descubran primero qué puede hacer esta cámara y estos materiales sin ninguna interferencia, únicamente con vuestra visión. Fotografíen un árbol, una máquina, una mesa, cualquier trasto viejo; hacedlo una y otra vez modificando la luz. Descubran los resultados que se obtienen con distintos papeles y gradaciones... El campo es ilimitado, inagotable, sin salir de las fronteras naturales del medio”, Strand publicó estas recomiendaciones, en 1923, en su Carta a los estudiantes de Fotografía, que resume las bases conceptuales y metodológicas que animaron la obra del padre de la fotografía directa.

En las dos últimas décadas de su vida, el fotógrafo recibió numerosos premios y honores y su obra se ha exhibido en una multitud de sitios.

Strand enfermó de cáncer de huesos, que le causó dolores insoportables, y en 1975 contrató a un ayudante, Benson, con el que puedo realizar sus últimos portafolios llamados "On my Doorstep y The Garden", publicados en 1976, y aprobó impresiones para dos portafolios adicionales publicados poco después.

Paul Strand murió en Orgeval, Francia, el 31 de marzo de 1976, a los 85 años. Su trabajo ha perdurado a lo largo del tiempo y parte de éste ahora podrá ser apreciado en México, un país que que lo inspiró para hacer algunas de sus tomas más memorables.

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