GUADALAJARA, JALISCO (01/JUN/2017).- La actualidad está plagada de crisis, como la desigualdad social, inseguridad, intolerancia, calentamiento global, entre muchas otras; y aunque deseemos un futuro mejor, es difícil saber por dónde comenzar. “El corazón de la materia”, la obra teatral dirigida por Luis de Tavira, propone una mirada al pasado, precisamente a la vida del francés Teilhard de Chardin, para que con su pensamiento y aportaciones, se cree una reflexión esperanzadora.El director Luis de Tavira cuenta sobre las bases de la dramaturgia: “Su obra es basta (de Teilhard), pero obras fundamentales de él utilizadas para la obra serían ‘El fenómeno humano’, ‘El medio divino’ y ‘El himno al universo’, pero también están las cartas y los apuntes biográficos de su prima, quien fue una novelista bajo el seudónimo de Claude Aragonés. También están ‘Voces de Chernóbil’, de Alexievich. Y los testimonios de varios jesuitas mexicanos contemporáneos que han estado trabajando en Michoacán así como los misioneros jesuitas de Chiapas. El texto se nutre de todo esto, aunque no deja de ser ficción, una ficción que expone el itinerario de la aventura de Teilhard, junto con los problemas de la realidad mexicana con crudeza”.“El corazón de la materia” cumple con una de las misiones principales del teatro, para el director ésta es “construir la conciencia en los espectadores. Los fenómenos que suceden en el mundo, y en especial en el país, nos deben llevar a pensar fundamentos para la esperanza, porque cuando nos la planteamos cuestionamos hacia dónde va el mundo La esperanza no puede fundamentarse si antes no hay un acto de conciencia y es ahí donde entra el teatro”.Obra con sentidoLa importancia de la obra radica en varios aspectos, uno de ellos es el rescate del pensamiento de Teilhard. El padre Enrique González Torres desea que mayor número de personas lo conozcan pues, como sucede en la obra “viendo hacia atrás, hacia el pasado, se encuentran respuestas para el futuro”. Además, contiene múltiples mensajes, Marina rescata uno en concreto que se sintetiza con una frase del paleontólogo francés: “el futuro puede ser mejor que todos los pasados”.Los tópicos oscilan entre la ideología del francés en contraposición con las problemáticas actuales, una de ellas es la decadencia del medio ambiente, sus causas y consecuencias, el director Luis de Tavira detalla más al respecto: “Él (Teilhard) se adelanta a la iniciación de conciencia ecológica. El humano es materia del mundo, y nos hemos vuelto contra ella de una manera irresponsable y voraz. La sociedad contemporánea está viviendo una época violenta, una guerra que podríamos formular como un encuentro decisivo entre divinidad y barbarie, esto es un tema económico egoísta insaciable que no se ha detenido en arrasar los recursos naturales, con repercusiones sociales, multiplicando la pobreza y acabando con el planeta”.El elenco y la producciónCabe destacar que el elenco está formado por Laura Almela, Raúl Briones, José María de Tavira, protagonista, y Marina de Tavira, quien nos acerca más a la obra, al ofrecer los detalles que la conforman.“Todo gira alrededor de Teilhard, jesuita, científico, paleontólogo, poeta, explorador, teólogo… un hombre fascinante y adelantado, propuso una manera de ver al mundo que ahora es importante rescatar.”El histrión apunta que además del elenco, hay un gran trabajo de producción detrás, lo que convierte al espectáculo en un festín que a ojos de los espectadores es visualmente atractivo, pues transporta a la audiencia en tiempo y espacios, desde el corazón de la Selva Lacandona en Chiapas hasta el corazón de China en la fastuosa capital Beijing, con dispositivos tecno-gráficos. Una experiencia que enriquece y queda en el corazón.
