Miércoles, 15 de Octubre 2025
Cultura | Diversos coreógrafos de danza contemporánea dan cuenta de sus procesos creativos

El misterio que envuelve los movimientos

Diversos coreógrafos de danza contemporánea dan cuenta de sus procesos creativos

Por: EL INFORMADOR

Las piezas coreográficas de danza contemporánea, parten —como decía Martha Graham— de un sentimiento.  /

Las piezas coreográficas de danza contemporánea, parten —como decía Martha Graham— de un sentimiento. /

GUADALAJARA, JALISCO (09/NOV/2013).- La metodología es distinta, como la huella digital de cada uno de los bailarines pero siempre partiendo de una idea. Algunos echan mano de los recursos visuales para soportar su proceso, toman notas, llevan bitácoras, experimentando en cada ensayo, y otros llegan con un guión bien definido de lo que será la puesta.

El coreógrafo y bailarían Rafael Carlín parte de proponer una secuencia de pasos a los ejecutantes. Luego, los bailarines tendrán que resignificar  los movimientos.

“Les pido partan de conceptos que les comparto y  que le encuentren el significado personal. Es una etapa muy rica para el bailarín. Aquí, a diferencia del Ballet Clásico, donde hay un código de movimientos muy establecido, hay que investigar y explorar, que es una de las grandes posibilidades del contemporáneo, que te permite adentrarte en tu microuniverso y resignificar los conceptos en el macrouniverso, y por eso hay esta individualidad tan preciosa”.

El mundo de la danza contemporánea tiene sus propias reglas del juegos maleables y diversas. Una de ellas está supeditada a la teatralidad de las representaciones.

Al momento de esbozar los pasos, se asoman la formación y manejo de técnicas, recursos histriónicos y reconocimiento del cuerpo del propio bailarín. En este periodo el concepto error-ensayo es determinante para lograr el dominio del sentimiento materializado con el cuerpo del ejecutante.

Las neurosis  y manías de los creadores saltan a la vista. Ante la necesidad de trasmitir lo que sienten, se sumergen en un estado purgante de la emoción.

“A mí me atrapa la emoción. Debe de darse una simbiosis de la catarsis con los bailarines, que los golpee la emoción. La sonoridad de los momentos, el manejo de la voz es la intención que pretendo transmitirle a los bailarines”, esboza Carlín.

En cambio, la bailarina originaria de Veracruz, Martha Hickman comparte que ella tiene un método que ha ido condensando a la largo de su trayectoria y que consta de fases muy delimitadas pero también muy flexibles.

“Tengo siempre claro las etapas en las que transcurro cuando monto una coreografía; desde su concepción inicial hasta cuando la estreno. No siempre sigo el mismo orden. Es así como voy definiendo los motivos de movimiento (pasos) en cada parte, por lo que antes de llegar al salón de ensayos ya tengo la obra concebida”.

Añade que hay obras en las que “las frases del movimiento (pasos) se las doy íntegras a los bailarines para que ellos las asimilen. Otra manera en la que trabajo es cuando realizo talleres de exploración, porque necesito que del mismo bailarín surja el movimiento que quiero expresar”.

Alfonsina Riosantos, también bailarina y coreógrafa, establece su proceso creativo un poco diferente, aunque en esencia es un tema específico el punto de partida.

“En la danza contemporánea hay mucha investigación. Yo —una forma que he encontrado y que me funciona— empiezo con el vestuario, es lo primero que creó. Casi por estrenar,  defino las diferentes partes de la obra y determino dónde van, como un rompecabezas con piezas aisladas”. Para ella el crear acompañada de música y sonidos es un recurso indispensable en ese periodo inicial.

La elección de la música o sonido es clave en las puestas de danza contemporánea. Carlín, Hickman y Riosantos, que cuentan con una trayectoria sólida en Jalisco, advierten que la selección de la sonoridad es una situación particular del momento y necesidad artístico de cada creador.

Acompañan la exploración del movimiento con piezas que representen para los autores las dinámicas dancísticas; es la única regla que pauta el proceso de selección de las melodías, sonidos y ruidos, un asunto que se concibe desde el principio, como eje toral de las obras.

El motor de la danza

En escena pareciera que las contorsiones fluyen de forma casi improvisada, del sentir del bailarían en ese justo momento, pero las piezas dancísticas contemporáneas están soportadas por procesos de creación complejos y de un trabajo discursivo del movimiento que crea ese halo de misterio en cada puesta.

El compromiso con la danza contemporánea mueve el espíritu de los creadores. Cada trazo escénico por más absurdo que pueda parecer tiene su razón de ser. El sentimiento que se representa con el cuerpo lleva un trabajo de documentación y exploración por parte del ejecutante y el coreógrafo.

Las causas que detonan una composición dancística son diversas: una experiencia, procesos personales del creador, un sentimiento, una inquietud. De ahí parten; lo que le precede es una catarsis con el tema, un estudio de los conceptos que los llevan a maquinar las historias.

“El movimiento emana del sentimiento”, decía la bailarina neoyorquina Martha Graham (1894-1991), mientras revolucionaba el lenguaje dancístico en el siglo XX. Graham se convirtió en una de las precursoras de las corrientes que rompieron con el estricto régimen del Ballet Clásico. Su concepción de la danza moderna era una especie de drama hablado que exploraba la esencia espiritual y emocional del ser.

Los procesos de conformación de una puesta de la contemporaneidad se rigen por los estatutos marcados por pioneros de corrientes revolucionarias como Isadora Duncan, Loïs Fuller, Diana Presu, Martha Graham y José Limón; todos ellos representan una generación de bailarines que delimitaron la exploración de los sentimientos y psique del ser humano para crear movimientos.

POR CIERTO

El escenario


Aunque hay distintos foros que albergan de vez en cuando temporadas de danza contemporánea, el escenario habitual ha sido el Festival Onésimo González (que comenzó el pasado 2 de noviembre y concluye mañana).

Este año el festival nacido en 1998 contó con un presupuesto de un millón de pesos.

TOMA NOTA

Figuras clave

> Isadora Duncan
(1877-1927).

La bailarina originaria de Estados Unidos es considerada por muchos la madre de la danza moderna. A principios del siglo XX, empezó a bailar descalza, vestida en túnicas estilo griego, libre de las estructuras, pasos y posiciones del Clásico.

> Ruth Saint Denis (1879-1968).

Bailarina, coreógrafa y maestra de baile estadounidense, enfatizó en el contenido de la danza, ampliando las posibilidades de movimiento, mediante temas relacionados con su actualidad y con una actitud crítica. Además, planteó la individualidad y la experimentación como nuevas formas de baile.

> Martha Graham
(1894-1991).

Bailarina estadounidense que descubrió el control y poder del torso para resolver de manera técnica los problemas de equilibrio de los bailarines. Además, vio en la pelvis una inagotable fuente de energía. En su técnica puso énfasis en la contracción, en la relajación, en las caídas controladas, en los saltos y en el desarrollo de imágenes por medio del movimiento.

> José Limón
(1908-1972).

Bailarín mexicano, el primero en resaltar el rol masculino entre las compañías de danza. Su uso de las ideas de gravedad, peso y su distinta implementación de la yuxtaposición entre estas fuerzas son distintivos en sus coreografías.

> Merce Cunningham  (1919-2009).

Alumno de Graham y el primer coreógrafo en utilizar como base una composición electrónica. Su técnica en la danza se caracterizó por defender la premisa de que “el movimiento tiene su propio sentido”.

SABER MÁS

¿Cómo se forma un bailarín contemporáneo?

Alfonsina Riosantos


“Creo que sin perder de vista las necesidades particulares de cada bailarín. Cada quien tiene formas de expresarse, entonces hay que conocerse muy bien y tener en cuenta las necesidades expresivas de cada uno”.

Martha Hickman


“En esta escuela (la Universidad de Guadalajara) tenemos tres líneas muy claras para la formación: una es la técnica, para dar al cuerpo la resistencia, la flexibilidad, todo lo que debe tener una bailarín. La parte creativa, que es la composición coreográfica, ahí dejamos a un lado la rigidez de la técnica. Y las prácticas escénica, ahí es donde empiezan a ‘formar tablas’ y a tener contacto con el escenario”.

Rafael Carlín


“Con una gran pasión y disciplina. Pereciera algo muy lúdico, pero se debe tener toda una metodología y formación. Es importante esa conciencia corporal que te dan las técnicas formales para lograr libertad”.

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