Discreta cruzada por la poesía

GUADALAJARA, JALISCO (06/SEP/2012).- "La poesía es música", dice Silvia Eugenia Castillero a un grupo de unos 10 alumnos que ya la esperaban sentados en silencio en uno de los cuartos ubicados al fondo de Casa Hidalgo, durante el inicio del Rally de Poesía, evento que forma parte del V Verano de la Poesía y en el que, durante una jornada de cuatro horas, los participantes recibieron un micro taller en el que echaron mano de sus capacidades líricas.

Los talleres se llevaron a cabo en Luvina (ubicada en Casa Hidalgo), Casa Vallarta y la librería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica. Estuvieron a cargo de Silvia Eugenia Castillero, Claudia Barreda y Marco Gabriel.

"Yo creo la poesía es múcho música y que de alguna manera hemos perdido el oído", continúa Castillero. Dice que ahora la vida es demasiado rápida, todo es visual y para la poesía hay que "tener oído para la palabra", pues es música esencialmente.

Comienza la sesión al leer un texto en el que se definen las cualidades de una obra de arte que después resumirá: "¿Cómo saber que una obra es buena?" La respuesta es que es visceral, memorable y perdura en el tiempo. "Nos deja una impronta".

Luego lee en voz alta cuatro poemas: los alumnos paladean a Juan José Arreola, Olga Orozco, José Lezama Lima y Gonzalo Rojas. Realizan anotaciones. Uno de ellos vuelve a preguntar el nombre de los autores y los poemas. Atentos, escriben palabras que les gustan, que no entienden. Peciben con los ojos cerrados, con concentración. El ejercicio les servirá después para crear, que es lo de lo que se trata el taller.

Ya casi al finalizar, Castillero les dice a los alumnos que algo de lo que aprendió en su formación profesional es que muchas veces las personas escriben con la cabeza, con las ideas y dejan afuera el cuerpo, la pecepción de la realidad por medio de los sentidos dejándole la responsabilidad creativa a la razón. Les recomienda borrar todas las palabras de las cosas --como decía Octavio Paz-- y luego empezar. Les pide elegir un objeto sobre el que van a escribir y anotar en dos columnas sustantivos y adjetivos para evitar la retórica, la palabrería. Los llena de confianza y les da su correo para que le envíen el poema pulido a cambio de sus comentarios, pues el tiempo ya se agota.

Los alumnos terminan esa actividad y se dirigen a la "Joseluisa", en donde ya los espera Claudia Barreda. Con ella es llegar a trabajar, a escribir. Rápidamente sortea papelillos con palabras con las que los talleristas tendrán que trabajar. Les explica que normalmente los talleres funcionan con textos que ya se hicieron con anterioridad y luego se pulen. Les reitera que al final lo importante es la retroalimentación y luego da el banderazo de salida para que los alumnos se acomoden en donde se les plazca y escriban. Les pide que al escribir se sientan en libertad de dar forma a lo que sea: verso libre, lira, haikú...

Después de realizada esta actividad los alumnos se dirigirán a Casa Vallarta en donde los esperará Marco Gabriel para concluir el periplo del Rally de Poesía.