Jueves, 02 de Mayo 2024

Usuarios de smartphone no pueden vivir sin él

Para tratar enfermedades, estudiar y en combate, el celular se vuelve un compañero indispensable alrededor del mundo

Por: AFP

María Pineda, guatemalteca de 18 años, se mantiene comunicada mientras atraviesa México con la caravana migrante. AFP/A. Estrella

María Pineda, guatemalteca de 18 años, se mantiene comunicada mientras atraviesa México con la caravana migrante. AFP/A. Estrella

Muhammad Noshad, empleado de la compañía estatal de electricidad en Pakistán, realiza mediciones con su smartphone en un edificio comercial y así emitir los recibos para los clientes. AFP/A. Qureshi

Muhammad Noshad, empleado de la compañía estatal de electricidad en Pakistán, realiza mediciones con su smartphone en un edificio comercial y así emitir los recibos para los clientes. AFP/A. Qureshi

Dina Rasolofo, una asistente de vuelo en Madagascar. Por su trabajo viaja a otros países y el teléfono le permite comunicarse con su familia, especialmente con sus hijos a través de videoconferencias. AFP/Rijasolo

Dina Rasolofo, una asistente de vuelo en Madagascar. Por su trabajo viaja a otros países y el teléfono le permite comunicarse con su familia, especialmente con sus hijos a través de videoconferencias. AFP/Rijasolo

Sayed Mohammed al-Talqani, clérigo musulmán en Iraq. Usa su celular para su trabajo, como enviar sermones a un grupo de clérigos. AFP/H. Hamdani

Sayed Mohammed al-Talqani, clérigo musulmán en Iraq. Usa su celular para su trabajo, como enviar sermones a un grupo de clérigos. AFP/H. Hamdani

Mohamed Abdelkader tiene una tienda de celulares en Al-Noubaria, Egipto, y es una personalidad en redes sociales, a las que accede mediante su smartphone. AFP/K. Desouki

Mohamed Abdelkader tiene una tienda de celulares en Al-Noubaria, Egipto, y es una personalidad en redes sociales, a las que accede mediante su smartphone. AFP/K. Desouki

En el peor momento de los combates en Siria o en una mochila en Kenia, para tratar la malaria o para estudiar los bosques finlandeses, o incluso para llevar el mundo entero a un estudio de Pekín: el smartphone está en todas partes.  

Se calcula que el número de usuarios de teléfonos inteligentes superará este año los tres mil millones, apenas 10 años después del lanzamiento del primer iPhone de Apple, que supuso un verdadero cambio tecnológico. La AFP visitó a algunas de las personas que, hoy en día, ya no pueden vivir sin su smartphone.

El ugandés Moris Atwine, un joven emprendedor de 25 años, contribuyó a desarrollar una tecnología móvil que permite detectar la malaria sin una extracción de sangre, y transmitir el resultado a un teléfono inteligente. Más allá de este proyecto, Atwine, quien asegura no poder pasar "un día sin hablar a mi madre", está en contacto "todas las horas o casi", con "amigos y allegados", "ya sea por SMS, por llamada o a través de WhatsApp".

AFP/S. Sadurni

Qiao Xi hasta se refiere a su celular como un "novio". Desde su estudio, completamente azul, de Pekín, esta joven de 21 años canta, baila y cuenta su vida a unos 600 mil espectadores a través de Huoshan, un canal de video en directo.

AFP/N. Asfouri

Muy lejos de esta audiencia virtual, el principal público de Mohamed Hamrush es su familia. Este miembro de los Cascos Blancos, los socorristas voluntarios en las zonas rebeldes en Siria, explica que, "si hay un bombardeo y vamos al lugar de los hechos, mi mujer puede asegurarse de que estoy bien". Además, el smartphone le permite "saber dónde se producen los bombardeos" y "darse cuenta del trabajo hecho" por los socorristas, así como de las "masacres perpetradas".

AFP/O. Haj Kadour

Para Inna Salminen, el teléfono inteligente también le sirve para recabar datos, aunque en condiciones más tranquilas. Se trata de una "herramienta muy importante" que esta ingeniera finlandesa de 27 años, especialista en bosques, usa para "recabar todos los datos sobre el paisaje".

Además de su función de localización, su teléfono también es "un equipo de seguridad", ya que le permite, si es necesario, alertar a los socorristas en una expedición a una zona remota. "Pertenezco a esa generación que apenas tiene recuerdos difusos de la época en la que no tenía mi propio teléfono celular", cuenta.

AFP/A. Rampazzo

Imelda Mumbi ni siquiera tiene esos recuerdos. Con 13 años, acaba de recibir el certificado de educación primaria en Kenia y utiliza su teléfono "para estudiar y a veces para divertirme cuando me aburro". La adolescente usa, por ejemplo, la aplicación Eneza, una plataforma de apoyo escolar interactiva que dice tener al menos tres millones de usuarios únicos.

AFP/T. Karumba

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