Servir un trago tiene su chiste. No sólo se trata de equilibrar los sabores y niveles de los ingredientes y licores, se requiere de una preparación ardua en la que la técnica y la creatividad son los toques que diferencian a un simple trago de una obra de arte.Por primera vez Guadalajara será testigo del nivel competitivo que los “bartenders” mexicanos tienen y que gracias a su talento y sentido del gusto han causado revuelo en el concurso internacional Diageo Reserve World Class, convocatoria que desde hace una década llama a los especialistas en tragos para encontrar las mejores recetas y al mejor preparador del mundo.Hoy se celebra la semifinal de los bartenders en Guadalajara —en el bar Caviar Izquierda— y Karen Nichols, portavoz del World Class, explica el procedimiento que dos representantes tapatíos han seguido para formar parte de los 23 semifinalistas que buscarán llegar a la final nacional y de ahí, ser el mexicano que represente a la nación en la final mundial a realizarse en Berlín en el mes de junio con más de 60 países en competencia.“En la competencia global participan los mejores bartenders de todo el país para coronarse como el mejor del mundo. En México tenemos ocho años participando, en las últimas dos competencias globales los mexicanos han clasificado en el ‘top-ten’ y eso nos da un indicador muy fuerte de que México está dando mucho de qué hablar en la coctelería”.Karen Nichols puntualiza que actualmente el bartender goza de un prestigio que antes solo disfrutaban los chefs y sommeliers en el tema gastronómico, pues la profesionalización de los tragos se ha evidenciado con la aplicación de nuevos ingredientes, el maridaje que ahora se propone para acompañar con alimentos, la creatividad e ingenio para dar paso a nuevas bebidas en el que convergen los aromas, impacto visual y sabor.“El bartender dejó de ser la persona especializada en el servicio de la barra, ahora se convierten en artistas detrás de la barra, se dedican a generar conceptos nuevos, crean recetas, exploran el mundo de los sabores, olores y las sensaciones”.La convocatoria abierta y promocionada a través de la plataforma oficial y redes sociales, recibió en esta ocasión a 600 concursantes para la primera etapa de selección nacional que, posteriormente, van avanzando en los niveles de competencia. La portavoz destaca que para poder competir es necesario ser un bartender activo y que su coctel propuesto sea constituido de una manera coherente.“Se han hecho eliminatorias en Monterrey y Ciudad de México y de ahí se han seleccionado a los 23 semifinalistas que llegan a Guadalajara, donde se enfrentan a diverso retos como que junto a un chef creen recetas que el consumidor pueda replicar en su casa, por ejemplo, así se mide la creatividad, rapidez y sabor de manera presencial”, explica Karen Nichols al recordar algunas de las pruebas que en la edición pasada se ejecutaron con los participantes.Karen expresa que más allá de la creatividad que los bartenders exponen en competencias de esta índole, el principal objetivo es seguir profesionalizando el oficio, pues paralelamente se ofrecen capacitaciones a los seleccionados y finalistas.“Así logramos a bartenders mejor preparados, queremos darles su lugar, no solo es un concurso. Así promovemos la cultura del ‘fine drinking’, que es no solo ir al restaurante o bar y pedir el trago del menú, queremos que el consumidor sepa qué y cómo lo toma y quién lo prepara”, subraya Nichols al revelar que muchos de los participantes logran exposición para ser contratados por restaurantes y bares prestigiados internacionalmente.La bartender, Fátima León Cruz, del bar Fifty Mils de Ciudad de México, marcó el récord el año pasado en ser la primera mujer latinoamericana en quedar clasificada en el top-ten internacional en la competencia global y finalmente quedó en el octavo lugar a nivel mundial.Entre los semifinalistas destacan los representantes tapatíos, Haydée Barron Flores (del bar Gallo Altanero) y Óscar Omar González (de Galgo).
