Jueves, 28 de Marzo 2024

Todas las pantallas llevan a la misma historia

Con toda seguridad, el género de los superhéroes es el espíritu de nuestra época

Por: Carlos Armenta

"Los Vengadores". La industria de los superhéroes es el espíritu de nuestra época. ESPECIAL /

El 31 de diciembre de 2009 tendría lugar un acontecimiento que daría nuevo rumbo a la exhibición cinematográfica de todo el planeta: The Walt Disney Company adquiría a Marvel Entertainment por la cantidad de 4 mil millones de dólares. La compra impulsó de manera definitiva el proyecto de Universo cinematográfico de Marvel (MCU, en inglés) y provocó que todas las pantallas y todas las carteleras, hasta el día de hoy, mantengan a los superhéroes de la franquicia dentro de su programación.

Tan sólo los 19 filmes del MCU (sin contar las series, videojuegos y demás productos) han recaudado 16 mil millones de dólares. El género de superhéroes se convirtió en el más potente de toda la historia del cine, algo que hace quince o veinte años nadie hubiera imaginado.

Los superhéroes del MCU son ahora uno de los mayores fenómenos globales. La imagen de “Los Vengadores” habita ya todas las latitudes: lo mismo hablan inglés, que español, portugués, francés, italiano y chino. La fascinación y entrega de las audiencias es total. En México, donde desde hace años el cine hollywoodense acapara todas las pantallas, las historias del MCU siempre se encuentran entre las primeras diez películas con mayor número de asistencias, según los anuarios del IMCINE. En 2016 y 2017, años en los que la asistencia de los mexicanos a las salas tiene sus mejores números, ‘Capitán América: Civil War’ y ‘Spider-Man. De regreso a casa’ fueron proyectadas, cada una, en alrededor de cinco mil pantallas. En cambio, ‘No se aceptan devoluciones’, la película mexicana con más asistencia en la historia del cine mexicano, se exhibió en poco menos de tres mil pantallas.

El género cinematográfico como categoría de estudio formal ha permitido revelar diversos aspectos del cine. Se puede asegurar que el género aporta los esquemas de producción de una película; da estructura y define la gran diversidad de filmes; condiciona y encamina las expectativas de las audiencias. Pero el género no es sólo descriptivo, sino que también revela la visión de mundo y satisface las necesidades sociales de una comunidad. Es capaz de modelar identidades e incluso de funcionar como educación sentimental. El melodrama es el ejemplo por excelencia en México -y tal vez en toda Latinoamérica-.

El “cine de lágrimas”, como lo llamó Silvia Oroz, nutrió la personalidad del mexicano después de la Revolución y, a la par, legitimó al nuevo régimen. Lo mismo sucedió en su momento con el cine de gánsteres y el cine negro como representaciones de la crisis económica del 29, o el péplum y cine bíblico como defensores de una moral reaccionaria. Cada uno de estos géneros fueron potentes motores para impulsar las industrias del cine nacional.

Con toda seguridad, el género de los superhéroes es el espíritu de nuestra época, no sólo como modelo de negocios y de franquicia para la industria del cine, sino como propuesta temática y agenda ideológica de la actualidad. La épica ha vuelto para salvar al mundo. Ya no sólo representa a reyes, príncipes y aristocracias rancias, sino también a corporativos privados, empresarios multimillonarios y tecnócratas que intentan mantener un mundo libre y democrático: ¡que nos salve el libre mercado! El MCU es el regreso de los grandes relatos. Un universo narrativo complejo en el que todo parece estar relacionado -las 137 novelas de ‘La comedia humana’ de Balzac quedaron atrás- donde se desdibuja la representación de ciudadanos comunes y se ensalza a una élite de buenas personas que deben acabar con los malos. La pantalla permanece como ese espejo insólito frente al cual los espectadores se sientan algunas horas. ¿Qué pasa cuando todas las pantallas, todas las salas de cine nos muestran la misma película una y otra vez?

 

JA

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