Varias veces he insistido sobre la importancia de la familia, célula fundamental en cualquier sociedad.Con la llegada del terrible coronavirus, en que México ha tenido la bendición de ser uno de los últimos países en el mapa de afectados por el temido virus, nos llega la petición sensata #QUÉDATEENCASA; es aislamiento, no vacaciones, es momento de aprovechar la convivencia en familia.El cierre de escuelas, universidades, lugares públicos de recreación, nos manda un mensaje de responsabilidad para adelantarnos con medidas preventivas de protección… evitar antros, restaurantes, fiestas, reuniones, entrenamientos, cines, viajes y todo tipo de aglomeraciones que eluden el contacto físico entre las personas y las superficies posibles transmisoras del virus.Un acierto del Episcopado Mexicano con su comunicado de emergencia sanitaria donde suspenden las misas eucarísticas dominicales.El cuidado máximo con los adultos mayores y la población vulnerable podría reducir considerablemente nuestro riesgo ante esta pandemia.No podemos evadir la realidad, es responsabilidad de todos adelantarnos con medidas preventivas ante este brote emergente altamente contagioso, del que hasta el momento no hay tratamiento o antiviral para erradicar esta enfermedad.Que este fenómeno sirva para sembrar convivencia, dedicación y responsabilidad para cumplir con el objetivo: el distanciamiento social.La fortaleza de la sociedad tiene sus cimientos en la familia, que hoy enfrenta tremendo desafío y riesgos que demandan urgente atención para evitar la expansión masiva del virus, un daño que aún no alcanzamos a dimensionar, pero que ya nos golpea.Si hacemos todo lo que está a nuestro alcance, con la ayuda de Dios podrá México contar una historia diferente a la humanidad.Enviamos una calurosa felicitación para todos los JOSÉ Y JOSEFINA hoy en su día… las fotos que engalanan esta columna pertenecen a familias que cumplen la petición #QUÉDATEENCASA.
