“El tiempo que pasamos con la familia es lo que lo hace tan importante, es tiempo ganado, aprovechado, vivido… Son recuerdos para toda la vida".** El pasado lunes último de Abril, Día del Niño, muchas personas lo celebraron tomándose el “puente” del 1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores.Desde que tengo memoria, en Guadalajara nos acostumbramos a cuanto puente se presentaba para disfrutar y convivir con la familia y con amigos, en lugares donde nuestras raíces nos llevaban.En aquellos tiempos de la época dorada, nos gustaba nuestro coche familiar lleno de maletas, una buena música hasta donde la estación de radio alcanzaba la señal, y gozar los paisajes con verdores de campos y flores silvestres bordeando las carreteras estrechas que hoy llamaríamos tercermundistas… Era siempre una aventura plena de entusiasmo, era un México seguro.Las carreteras fueron evolucionando, de igual modo la ciudad en donde hay una alarmante alza de inseguridad y violencia que ha ocasionado recelo, desconfianza y miedo.Un ejemplo es lo que sufrió la semana pasada a plena luz del día, una estimada amiga y maestra de la tercera edad; debido a problemas en sus piernas se ayuda con un bastón, al salir de una tienda quiso subir un escalón alto en una banqueta de la Av. Chapultepec, pero sus piernas no le respondieron y quedó en el suelo, pidió ayuda a varios transeúntes y ninguno se prestó a auxiliarla o a llamar a alguna persona de la tienda donde acababa de salir. Después de casi 15 minutos pasó un guardia que hizo caso al llamado y convocó a un par de albañiles para ayudar a mi amiga.Casos como éste nos invitan a reflexionar la pérdida de sensibilidad y capacidad de ayuda ante situaciones dramáticas en las que el miedo nos impide prestar ayuda a desconocidos.Muy lamentable lo que estamos viviendo en nuestra querida Guadalajara, que en este puente se sintió sola, se vio sola.Hoy presentamos fotos en diferentes tiempos y destinos, de quienes se han caracterizado por promover la unión y convivencia.
