El director del Centro Universitario de Estudios e Investigaciones de Vulcanología (CUEIV), de la Universidad de Colima (UdeC), Raúl Arámbula Mendoza, afirmó que el volcán Colima "presenta actualmente niveles bajos de actividad" y descartó que haya afectaciones de ceniza en el territorio mexicano por las recientes erupciones del Volcán de Fuego en Guatemala. Sin embargo, consideró importante mejorar los sistemas de alerta e intensificar las acciones informativas hacia la población sobre estos temas, hablar más sobre fenómenos geológicos y qué medidas deben tomarse en caso de sismos, erupciones volcánicas o deslizamientos. Agregó que se requiere unir esfuerzos y reforzar con equipo tecnológico para mejorar el monitoreo del Volcán Colima, "porque hay que recordar que nuestro volcán es el más activo de México y Norteamérica. Es momento de trabajar y de no bajar la guardia". En un comunicado de la UdeC, el especialista reiteró que la actividad del Volcán de Fuego "no tiene nada que ver en una probable actividad con el Volcán de Colima, que aunque es un volcán muy activo, presenta actualmente niveles bajos de actividad". Señaló que los niveles de actividad en estos momentos son bajos, "aunque no está totalmente dormido" y precisó que en épocas de lluvia puede ser que el agua se filtre y haga contacto con la roca, que puede estar a altas temperaturas, y eso genere vapor que pueda originar algunas explosiones freáticas no muy grandes. Por ello, enfatizó, recomendamos no acercarse a menos de cinco kilómetros del cráter por su actividad de los últimos años, además de que hay material inestable en las laderas y se pueden generar derrumbes sin que el volcán tenga una erupción. Informó que en el volcán Colima hay 11 estaciones de monitoreo que permiten analizar su estado de actividad con varios parámetros, además del sísimico. En el tema de la actividad volcánica, recomendó a la población informarse sólo de fuentes oficiales: el Servicio Sismológico Nacional, el Centro Nacional de Prevención de Desastres, el Centro de Investigación en la UdeC y Protección Civil. Arámbula Mendoza explicó que cada volcán tiene su propia cámara magmática y sus conductos, por lo que no tiene nada que los conecte, como aseguran algunas versiones que circulan en redes sociales. Dijo que el Volcán de Fuego de Guatemala registró en 2017 alrededor de 13 erupciones parecidas a la del 3 de junio, pero de menor intensidad, y que en 1974 se registró otra erupción igual de explosiva solo que no causó pérdidas humanas, ya que no había tantas personas viviendo alrededor. "En la erupción del domingo expulsó mucho material fragmentado, tanto que empezó a colapsarse parte de la columna eruptiva, que es la que generó los llamados flujos piroclásticos; esto es, avalanchas de rocas a gran temperatura que bajan principalmente por las barrancas, aunque hay flujos fuertes que pueden incluso saltar algunas lomas", detalló. El investigador comentó que muchas personas no quisieron evacuar la zona, porque consideraron que no había riesgo. Son erupciones, precisó, que duran varias horas y a veces dos o tres días. El problema con Guatemala es que la instancia que debe monitorear el volcán cuenta con pocos recursos y al parecer sólo tienen una estación sísmica, algo que no es suficiente, apuntó.NM
