Tras el recorte al presupuesto de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) destinado a trabajos de reforestación en el país, los dueños de viveros particulares que proveían plantas a la dependencia se quedarán prácticamente sin empleo, por lo que solicitan al Gobierno federal que los incluyan en el programa Sembrando Vida.Esta estrategia, que depende de la Secretaría del Bienestar, prevé apoyos para sistemas agroforestales de producción de árboles frutales y maderables, principalmente en zonas marginadas.Sin embargo, existen similitudes con el programa de reforestación de la Conafor, pues también necesita que les entreguen ejemplares.Éstos se sembrarán en los campamentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con el inconveniente de que requerirán más espacios y equipo, lo que ya tiene la iniciativa privada.“Ya existe una infraestructura, con gente capacitada, con experiencia, para que el programa Sembrando Vida se apoyara en nosotros o el programa entrara en la Conafor, o que le siguieran dando recursos a Conafor. Entonces no nos quedaríamos sin trabajo”, manifestó Víctor Palacios, quien será presidente de la naciente Unión de Viveristas Forestales de México.Recordó que desde hace 15 años trabajan como iniciativa privada al servicio de la Conafor, la cual les exigió mejorar su infraestructura e instalaciones a fin de obtener una certificación en la que muchos tuvieron que gastar cientos de miles de pesos.Ya hecha la inversión, la dinámica cambió. Palacios explicó que ellos producen entre uno y dos millones de plantas por cada vivero, con lo que evitan riesgos por plagas o eventos naturales. En cambio, la Sedena comenzó a construir viveros para 25 millones de árboles.“Están desmontando cerros enteros para poner los viveros. Entonces están causando un daño ecológico mal planeado y con recursos muchísimo más elevados de lo que nos podría costar a los viveristas establecidos si nos voltearan a ver”.A la par de la puesta en marcha del programa Sembrando Vida, se recortó el presupuesto para reforestación de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), que hasta este año proyectaba sembrar en más de 100 mil hectáreas. Para los próximos ciclos, las metas se reducirán a la mitad.“Derivado de recortes presupuestales, la cantidad de planta que se está proyectando va a ser menor y definitivamente vamos a tener que hacer algunos ajustes en cuanto al número de viveros que veníamos apoyando para la producción”, señaló Ricardo Sánchez, gerente de Reforestación de la Conafor.La superficie proyectada de 50 mil hectáreas no se acerca ni a la centésima parte del territorio degradado que tiene el país, que se estima entre 16 y 18 millones de hectáreas que pueden perderse al volverse estériles o áridas si no son atendidas.“Eventualmente esos territorios se volverán totalmente improductivos y ahí el país pierde esa capacidad. De esos 18 millones de hectáreas se venían reforestando 120 mil”.Hace un par de administraciones se impuso la meta de reforestar 400 mil hectáreas al año para lograr 2.4 millones de hectáreas en el sexenio.“Pero ahora se cayó tanto que estamos hablando de 50 mil hectáreas. Si ves el margen que tienes de territorio que requieren de estas acciones, pues es demasiado”.El gerente indicó que depende del Poder Legislativo aumentar el presupuesto nuevamente para poder en el largo plazo recuperar las 18 millones de hectáreas degradadas en el país. Menor costoLos viveristas tienen la capacidad de producir las plantas a menor costo, además de que generan empleos. “Vemos un escenario en el que nos vamos a quedar con infraestructura y sin el trabajo”.Apoyos Sembrando Vida consiste en dar apoyo económico de cinco mil pesos mensuales a productores de escasos recursos en zonas rurales para proyectos agroforestales con árboles de fruta o maderables.El programa Sembrando Vida traerá, al menos en esta primera etapa, un aumento cuatro veces mayor en el costo de las plantas que se requerirán para que éste funcione, manifestó Víctor Palacios, próximo presidente de la Unión de Viveristas Forestales de México.Aunque no precisó la cantidad de recursos destinados anteriormente al programa de reforestación para compra a viveros particulares, indicó que les pagaban a tres pesos cada planta.Al tener una capacidad de un millón de plantas, el Gobierno les pagaba alrededor de tres millones de pesos por su producción.Con este nuevo proyecto, estimó que cada planta puede costar unos 12 pesos. “Sembrando Vida nada más se está apoyando en viveros nuevos, recientemente generados y construidos por parte de la Sedena”.Ricardo Sánchez, gerente de Reforestación de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), no descartó que puedan costar más las plantas derivado de la generación de infraestructura.“Habría que valorar, desconozco cuál sea (el precio de) lo que está pagando Sembrando Vida, pero es posible. Como es un proyecto nuevo y las instalaciones de los viveros también son nuevas, tienen que cargar lo que implica el costo de la instalación del nuevo vivero para que tenga una compensación la planta”.
