Esta es la primera vez que a México lo eligen para formar parte tanto del Consejo de Seguridad como del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y esto, según Juan Ramón De la Fuente embajador de México ante la ONU, es una oportunidad para unir las agendas de paz y seguridad y de desarrollo sostenible.“Los temas ahora están más interconectados y parte del problema que nos ha puesto en evidencia la pandemia (de COVID-19) es que no estamos preparados para tener respuestas oportunas e integrales”, señaló.Agregó que los problemas globales requieren soluciones globales. Y, para tener capacidad de resolverlos, “necesitamos un sistema de Naciones Unidas robusto, más ágil, que tiene también que revisarse al interior y generar algunas reformas para poder responder mejor a las expectativas que se tienen del sistema y de la organización”.Indicó que dentro de los retos que tiene México en el Consejo de Seguridad también es expandirlo para abordar otros más, como la pandemia que, aunque le corresponde a la Organización Mundial de la Salud (OMS), no puede por sí misma enfrentarla con eficacia.“(El Consejo) tiene que empezar a meterse en temas aun cuando su origen no sea en el ámbito de su competencia, pero que por su magnitud se convierte en problema de seguridad. El Consejo debe estar en mayor disponibilidad para intervenir”, apuntó.Además, expuso que habrá siete valores que guiarán la participación del país en sus dos años de permanencia (2021-2022): Privilegiar la mediación, el diálogo y la resolución pacífica de los conflictos; defender la igualdad jurídica de los Estados y las normas del derecho internacional; e incorporar una perspectiva de género en las resoluciones del Consejo de Seguridad.También revisar los métodos de trabajo, promover los derechos humanos, impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la solidaridad con el Grupo de Países de América Latina y el Caribe (GRULAC) y los que tienen menos desarrollo.NR
