Martes, 23 de Diciembre 2025

Faltan líneas de transmisión eléctrica de la CFE en Jalisco

Según el Instituto Mexicano para la Competitividad, la demanda de energía crecerá 13.4 por ciento; sin expansión de la red, el impulso industrial y la atracción de inversiones están en riesgo

Por: El Informador

El pasado 20 de diciembre, en Pedro Escobedo, Querétaro, la Presidenta Claudia Sheinbaum inauguró la Central de Ciclo Combinado “Josefa Ortiz Téllez Girón”. ESPECIAL

El pasado 20 de diciembre, en Pedro Escobedo, Querétaro, la Presidenta Claudia Sheinbaum inauguró la Central de Ciclo Combinado “Josefa Ortiz Téllez Girón”. ESPECIAL

Aunque el Presupuesto de Egresos de la Federación 2026 no contempló la construcción de una Central de Ciclo Combinado en Juanacatlán de 571 millones de dólares, con la que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) buscaba incrementar en 934 megawatts la generación de energía, la decisión de pausar la obra no respondió únicamente a criterios presupuestales. El principal obstáculo fue la falta de infraestructura para transmitir la electricidad que se habría generado.

La ausencia de nuevas líneas de transmisión y subestaciones capaces de integrar esa energía al sistema eléctrico local y nacional dejó al proyecto sin viabilidad técnica inmediata, pese al crecimiento sostenido de la demanda en la entidad y a la oferta que Jalisco ha hecho al sector privado para atraer inversiones vinculadas al nearshoring y a centros de datos en el mediano y largo plazo.

De acuerdo con el gobernador Pablo Lemus, la central de ciclo combinado no está cancelada y el proyecto se reubicará —sin precisar el sitio— aledaña al Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), luego de la resistencia expresada por habitantes, colectivos ambientalistas y la alcaldesa de Juanacatlán, Ana Rosa Vergara, ante su instalación en ese municipio.

No obstante, especialistas advierten que el problema de fondo va más allá del lugar donde se pretenda construir la planta. Para Gonzalo Monroy, la decisión del Gobierno federal de no priorizar una Central de Ciclo Combinado en Jalisco responde a la necesidad de atender primero la saturación del sistema eléctrico en otras regiones del país, así como a la urgencia de reforzar y ampliar las líneas de transmisión hacia y desde el estado.

De acuerdo con cifras del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), la región noreste del país —que incluye el principal corredor industrial de Nuevo León— registra una demanda neta cercana a los 6 mil megawatts, mientras que su capacidad de generación instalada supera los 9 mil megawatts, lo que indica saturación del sistema.

Una situación similar se observa en las regiones sur, sureste y norte, donde la generación eléctrica rebasa la demanda local y, a su vez, genera excedentes que presionan las redes de transmisión y obligan a redistribuir la energía hacia otras zonas del país.

En contraste, en el occidente, en algunos momentos de alta demanda, la región —incluido Jalisco— puede requerir hasta 9 mil megawatts, mientras que su generación local oscila entre 3 mil y 5 mil megawatts. Esta brecha obliga al estado a depender de electricidad proveniente de otras regiones para mantener la estabilidad del sistema.

Sin una expansión acelerada de líneas de transmisión y subestaciones eléctricas, Jalisco seguirá enfrentando un límite estructural para crecer: no por falta de demanda ni de inversión, sino por la incapacidad de mover la energía que necesita para sostener su desarrollo industrial y económico.

Ramses Pech, experto en el ramo energético, asegura que las nuevas inversiones federales y estatales deben enfocarse en atender el rezago que, por décadas, ha enfrentado Jalisco en materia de infraestructura eléctrica.

“La electricidad la pueden mandar de cualquier parte del país, por parte del CENACE, pero si no hay líneas de transmisión y distribución, ahí tenemos un embudo”, afirmó.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estima que, para 2030, la demanda de energía eléctrica en Jalisco aumentará 13.4 %, lo que habla de que, sin una expansión en la red eléctrica que crezca al ritmo de la industria, el estado corre el riesgo de que su dinamismo industrial y su apuesta por atraer nuevas inversiones queden limitados.

Obras pendientes

Manuel Herrera Vega, secretario de Desarrollo Sustentable Energético de Jalisco, ya informó que próximamente se anunciarán los proyectos de nuevas líneas de transmisión eléctrica para el Estado en 2026.

Precisó que se trata de tres líneas estratégicas para la Zona Metropolitana de Guadalajara, incluidas dentro de un paquete de 20 obras a nivel nacional.

Destacó que una de estas líneas estaba pendiente desde 2016, por lo que su incorporación representa un avance relevante para fortalecer la infraestructura eléctrica, mejorar el abasto de energía y responder a la creciente demanda productiva e industrial de la región.

Hay cambios de última hora

  • El 5 de febrero de 2025, la directora general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Emilia Calleja, anunció la construcción de cinco centrales de ciclo combinado en Hidalgo, Tamaulipas, Sinaloa, Guanajuato y Jalisco. En conjunto, los proyectos contemplaban una capacidad de generación de 3 mil 425 megawatts, con una inversión estimada de 2 mil 262 millones de dólares.
  • En ese momento, la Central de Ciclo Combinado proyectada para la Zona Metropolitana de Guadalajara se perfilaba como una de las más relevantes del paquete. Con una capacidad suficiente para atender la demanda energética del occidente del país, su inversión se estimó en 571 millones de dólares, es decir, 206 millones menos que la planta prevista en Tula, Hidalgo.
  • Apenas el 17 de diciembre pasado el escenario cambió. La CFE reajustó su estrategia y mantuvo solo cuatro de las plantas anunciadas a inicios de año; sin embargo, la central prevista para la Zona Metropolitana de Guadalajara fue sustituida por una Central de Combustión Interna (CCI) en Los Cabos, con menor capacidad de generación y orientada a atender necesidades muy distintas a las del occidente del país.
  • El nuevo esquema planteado por la CFE implica una reducción del 15 % en la generación total de energía (ya sin la CCC de Jalisco) y un costo para su construcción 62 % por encima de lo proyectado originalmente.
  • Ejemplo de ello es que, en el caso de la central de Tula, aunque se elevó la proyección de generación eléctrica, el presupuesto prácticamente se duplicó al pasar de 777 millones de dólares a mil 388.8 millones.

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