Viernes, 19 de Abril 2024

Personal del centro donde quemaron a niña huyó antes de cateo de la autoridad

Vecinos señalan que a todos los que estaban internados en el centro de rehabilitación se los llevaron en una camioneta minutos antes de la revisión

Por: Yunuen Mora

En el albergue Casa de Vida Camino a la Fortaleza, ubicado en Tonalá, quemaron a una niña de 11 años. EL INFORMADOR/ A. CAMACHO

En el albergue Casa de Vida Camino a la Fortaleza, ubicado en Tonalá, quemaron a una niña de 11 años. EL INFORMADOR/ A. CAMACHO

Aunque se esperaba que hubiera gente dentro del albergue Casa de Vida Camino a la Fortaleza, en Tonalá, todos huyeron temprano. Policía municipal, bomberos y Fiscalía del Estado llegaron más tarde para catear la casa.

Luego de varios intentos, abrieron el portón pero no había nadie. En la mañana los sacaron a todos, alrededor de las ocho horas, en camionetas y taxis.

“A todos los sacaron en la mañana. La última camioneta se llevó a cinco. Una muchacha gritó ‘córrele, córrele, córrele’. Yo creo que les dieron el ‘pitazo’ de que iban a llegar porque corrieron y se fueron. Si hubieran llegado media hora antes, los agarran. No sé para qué corren, mejor que den la cara”, dijo Azucena, una vecina del lugar.

Fabián y Abraham, de 18 y 15 años, estaban encerrados en el lugar ubicado al cruce de las calles José León Santibáñez y San Javier en Santa Isabel desde hace poco más de medio año. Hasta las 18:00 horas de este miércoles no sabían en dónde estaban, pues desde la mañana los familiares dejaron de tener contacto con los encargados.

“Nosotros nos enteramos de lo que pasó porque llegaron medios a nuestra casa, nos preguntaron qué pasaba y fue que nos despertamos y venimos a ver porque nadie nos contestaba el teléfono, hasta me bloquearon”, compartió Mayra, hermana de Fabián y tía de Abraham.

A Fabián lo encerraron por crisis nerviosas y ansiedad que, a su vez, le provocaban convulsiones. A Abraham porque lo encontraron con un cigarro en la mano.

Cada semana pagaban 500 pesos por cada uno, además de despensa y productos para la casa y personales, así como dos mil pesos para ingresarlos. Al final de seis meses había que pagar si tenían deuda para que los dejaran salir. Abraham decía que estaba “empeñado” pues su familia no podía pagar la deuda de siete mil pesos que tenían.

“Nos dijeron que estaban en El Salto, que allá los tenían pero no sabemos cómo estén. Si no tuvieran nada que esconder, ¿para qué se los llevaron? Solo nos dijeron que nos los entregarían en la tarde pero no sabemos dónde”, dijo Mayra.

Antes de ingresar a Fabián al lugar, a su familia le dijeron que le darían terapias para ayudarlo. No fue así, al contrario. Fabián les decía que sentía “volverse loco”, que se burlaban de él, que cuando le daban convulsiones en lugar de ayudarlo, se reían, que ya no podía.

“Mi mamá pensaba que lo hacía para que lo sacaran. Siempre nos decía, desde que lo metimos. Mi sobrino solo decía que mientras cumpliera las reglas, todo estaba bien, pero que mi hermano no lo cumplía y por eso eran los castigos. A veces no dejaban que les trajéramos cosas porque decían que no tenían el privilegio”, compartió.

Este viernes una niña de 11 años fue rociada con alcohol y quemada en ese lugar en el tórax, un brazo y el abdomen. También recibió una descarga eléctrica con una pistola taser.

Y, aunque pensaron en sacarlos, no tenían el dinero para pagar las deudas y dejarlos salir.
Luego de estar horas sin saber nada de sus familiares, mediante una llamada les dijeron que se los entregarían en la colonia Hacienda Real. Y así fue. “Están bien, gracias a Dios, Lo único que nos importaba era que regresaran con bien”.

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