Los bolardos verdes de plástico que habían sido instalados en la ciclovía de avenida México ya no funcionaron. Por ello, la Agencia Metropolitana de Infraestructura para la Movilidad (AMIM) tuvo que gastar otra vez para modificarlos. El último cambio costará 12.3 millones de pesos.A decir de los ciclistas, los bolardos no servían, pues los autos los llegaban a tirar para invadir la ciclovía, así que ven bien las llamadas “quesadillas” de cemento que instalan esta vez.“Todos los días que pasaba había alguien estacionado, me tenía que subir a la banqueta o pasarme a la calle y ya con esto no pueden”, dijo Héctor Andrés, quien la usa para trasladarse a su trabajo.Añadió que muchas veces se metían al carril ciclista para rebasar, lo cual los ponía en riesgo.Adriel Becerril, quien trabaja en la zona, coincidió en que los autos tumbaban los bolardos para meterse a la ciclovía, mientras que con los de cemento ya no pueden hacerlo.“Había mucha invasión de carril y teníamos que hacernos a un lado”, dijo.La AMIM justificó el doble gasto señalando que esta era una ciclovía emergente y, al generar más circulación de ciclistas, pasó a ser permanente.Por ello señaló que realizan, en conjunto con la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP), la instalación de segregadores de cemento y señalamientos “para su mejor delimitación con carriles vehiculares”, esto en ambos sentidos desde Juan Palomar y Arias hasta la calle Teatro de la República.Las obras iniciaron el 26 de septiembre e incluyen el tramo que va de Ramos Millán a Juan Palomar.Aún no existe una norma técnica que defina los lineamientos de colocación de estas estructuras, a pesar de que Mario Silva, director del Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan), dijo que la realizarían desde 2018.
