Los hermanos Abraham y José de Jesús Covarrubias, de 19 y 21 años, desaparecieron el pasado 15 de marzo tras involucrarse en un conflicto vial.La Fiscalía del Estado informó que ellos discutieron con unas personas afuera de su casa, en la colonia Zalatitán, en Tonalá, y que minutos después un grupo armado irrumpió en su hogar y se los llevó por la fuerza. Desde entonces se desconoce su paradero, aunque la dependencia asegura tener avances del caso.Sin embargo, éste no es el único. El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Secretaría de Gobernación (Segob) revela que, en Jalisco, casi la mitad de las 12 mil 753 personas cuyo paradero se desconoce tenía entre 15 y 30 años.Según la estadística oficial, cinco mil 570 personas que se encuentran en condición de desaparecidas o no localizadas en la Entidad tenían ese rango de edad antes de considerarse en dicho estatus; es decir, 43.6 por ciento.De ellas, el 27.2% tenían una edad entre los 15 a los 20 años (mil 520 personas), 35.6% tenían entre 21 y 25 años (mil 987 personas), y el 37% restantes (dos mil 063 personas) tenían entre 26 y 30 años de edad al momento de su desaparición.El coordinador del Comité Universitario de Análisis en materia de Desaparecidos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Jorge Ramírez Plascencia, sostuvo que los jóvenes son quienes principalmente desaparecen porque son ellos quienes son buscados para servir al crimen organizado,“No todas las desapariciones tienen como propósito quitar la vida a las personas y ocultar sus restos, sino que una parte importante de esto es que esas edades son muy favorables para desempeñar sus funciones dentro de los grupos criminales obligadamente. Eso no ha parado”, dijo.Lo anterior, dijo, quiere decir todavía está presente el reclutamiento de personas contra su voluntad para servir a los carteles, situación que no ha sido erradicada, ocasionando que los jóvenes sean los más vulnerables.Por otra parte, dijo, si bien se han dado avances por parte de las autoridades para la atención a este problema, como lo es la aprobación reciente de las leyes en la materia, esto no es suficiente pues “solo se está atacando los efectos y no las causas".Por ello, dijo, es necesario que los gobiernos Estatal y Federal se enfoquen en modificar sus políticas de acción para acabar con el crimen organizado, principal responsable de las desapariciones. "El cartel Nueva Generación y sus rencillas con sus rivales es lo que explica principalmente estas cifras que tiene Jalisco. Ha sido hasta ahora un asunto del Gobierno Estatal y Federal de culparse mutuamente, pero a eso a nadie beneficia. Se requiere una respuesta federal clara, no esta política de "abrazos y no balazos" esperando a que los criminales se limiten de buena fe." dijo.JL
