Al considerar que el acoso sexual callejero atenta contra el derecho de las mujeres a disfrutar el espacio público, ONU Mujeres reconoce necesario tipificarlo como un delito en Jalisco.Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México, explicó que recomiendan la búsqueda de políticas públicas que puedan ayudar a la erradicación de este tipo de violencia.“Desde ese punto de vista, sin duda que los países puedan tipificar esta forma de violencia es una de las formas para erradicarla. Recomendamos que se busquen las herramientas de política pública para tipificarla y erradicarla”, explicó durante su visita a Guadalajara para la firma del convenio con el municipio para implementar el programa “Ciudades y Espacios Públicos Seguros para Mujeres y Niñas” en el municipio.“Como sabemos en otros ámbitos, lo que no se nombra no existe y es importante se nombre que el acoso sexual existe y que necesitamos erradicarlo”.La iniciativa para tipificar el acoso sexual callejero como delito fue presentada el 29 de junio de este año por la diputada del PRI Liliana Morones Vargas, presidenta de la Comisión Legislativa de la Igualdad de Género.Esta propuesta pretende modificar el Artículo 176 bis del Código Penal del Estado para agregar como ilícito esta conducta que incluye tocamientos y manoseos sin consentimiento, así como los mal denominados piropos. Sin embargo, se encuentra en la congeladora.Mientras que la Agencia Metropolitana de Seguridad (AMS) plantea homologar reglamentos para que el acoso callejero sea una falta administrativa en todos los municipios de la metrópoli. Sanz Luque explicó que los “piropos” pueden ser considerados una forma de acoso porque sexualiza la interacción en los espacios públicos. “Una ciudad segura para las mujeres es una ciudad donde el transporte público es amigable con ellas y donde no existe ninguna forma de violencia contra las mujeres y niñas. Es una ciudad donde las mujeres y niñas se sienten seguras y pueden moverse libremente y con seguridad”.Indicó que debe garantizar el derecho a la ciudad tanto a los hombres como a las mujeres mediante espacios públicos seguros que puedan ser disfrutados en todas sus dimensiones como ocio, estudio o movilidad.
