Pese al llamado de los tres niveles de gobierno para que se mantengan cerrados los negocios considerados como no esenciales, a fin de evitar que los casos de COVID-19 crezcan en la Entidad, decenas de comerciantes de la zona de Obregón, en el primer cuadro de Guadalajara, han buscado la manera de mantener sus ventas.Algunos vendedores lo hacen a media cortina, pero también hay unos que deciden abrirlas como si nada pasara.Este medio de comunicación verificó que, en algunos locales, los trabajadores entran y salen para llevar los pedidos que sus clientes les hacen a través de aplicaciones móviles como WhatsApp, pero otros de plano abren la cortina y permiten ingresar a las personas, lleven o no puesto un cubrebocas (como se ha solicitado por causa de la Fase 3 de la pandemia), y una vez concluida la venta vuelven a cerrar.También se detectó venta de ropa, juguetes, bolsas, accesorios o artículos para el hogar en locales con media cortina abierta, en plena vía pública e incluso hay comercialización de cosméticos en cajuelas de vehículos. Un caso así se documentó cerca de la estación Belisario Domínguez del Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur).“Nosotros les echamos la mano, pero también échennosla a nosotros y bajen la cortina. Ya saben que no puede estar abierto”, le dijo ayer un inspector del Ayuntamiento tapatío a un empleado de un local. El comerciante atendió el llamado de la autoridad, pero volvió a levantar el portón cuando el servidor público se retiró.
