Apenas es visible entre el tráfago de lo cotidiano. Está oculto bajo el asfalto, devorado por la ciudad. Para quienes lo cruzan por la avenida, no es perceptible, sino mero concreto por el que transitan a diario, debajo de las ruedas de automóviles y camiones que hacen vibrar el piso. Pero sigue en pie, con su arco de piedra y sus cimientos resistentes, desde hace siglos, como un testigo olvidado de lo que dejó en su transcurrir el tiempo.En la avenida Américas y Montevideo, en la Colonia Colomos Providencia de Zapopan, se encuentra lo que es quizá el último puente histórico que perteneció a la Guadalajara del ayer. Denominado como Puente de Zapopan, cuyo arquitecto es desconocido, es un arco de piedra que en su momento permitió a los pobladores cruzar a través de los ríos que entonces tuvo la región; el arroyo Barranca Ancha —hoy la avenida Montevideo—, y el río Atemajac —hoy Avenida Patria, y el estorbo de concreto de Plaza Patria—. El arroyo Barranca Ancha ya no existe, está entubado bajo la ciudad, mientras que el río Atemajac es un cauce que cada temporal se desborda, porque a los jaliscienses de ayer y a los de hoy se les sigue ocurriendo urbanizar en torno a la poca agua que aún nos queda."Sin embargo, en el caso de Colomos, aun cuando está protegido por el Gobierno de Jalisco y el Ayuntamiento de Guadalajara, ha tenido una serie de contratiempos por las pérdidas de terreno gracias a la presión inmobiliaria, sin tomar en cuenta que, además de la gran riqueza hídrica e histórica que posee, también tiene virtudes en cuanto al tema de flora y fauna, por lo que el cuidado y protección de este espacio es necesario para su preservación", escriben Jorge Alberto Navarro Serrano y Dulce Esmeralda García Ruíz, de la Universidad Autónoma de Guadalajara.De acuerdo con la Universidad de Guadalajara, este puente histórico fue construido a principios del siglo XIX (1800) con piedra, cal y arena, y era el antiguo camino a Colomos, cuando Zapopan era un pueblo distante de Guadalajara, y a la Basílica se llegaba por medio de un tranvía arrastrado por mulas. Entonces la región era abundante en agua, cuando Los Colomos eran manantiales, según los describió el prebístero Manuel Portillo, cura de la Parroquia de Zapopan, en su libro "Apuntes histórico-geográficos del Departamento de Zapopan":"El Colomos es preciosísimo: es una barranca en que de los paredones saltan multitud de chorros de agua de dos temples: se han formado baños rústicos de zacate y son muy concurridos por los habitantes de Guadalajara", escribió el presbítero, hace más de un siglo.El antiguo camino atravesaba los barrancos, lomas y paredones de la zona, que hoy solo son perceptibles en las calles irregulares y avenidas onduladas, y era una importante vía de comunicación que configuró una dinámica económica, social, y cultural entre Guadalajara y Zapopan. El puente facilitó el trayecto, y aunque hoy se encuentra descuidado, cubierto de grafiti y en el olvido de la ciudad misma, sigue siendo testigo del pasado, de lo que en algún momento fue la ciudad, cuando Zapopan era una villa distante, cuando la ciudad tenía ríos, cuando había manantiales y los habitantes tenían acceso a ellos.Los puentes que tenía Guadalajara ya no existen. Quedan rezagos del Puente de las Damas, bajo las entrañas del barrio de Mexicaltzingo, cuando lo que hoy es Avenida La Paz era el arroyo El Arenal. Los diversos puentes que cruzaban el río San Juan de Dios, hoy oculto para siempre bajo la Calzada Independencia, desaparecieron también con el crecimiento de la ciudad. En la Barranca de Huentitán, el Puente de Arcediano, que fue uno de los primeros puentes colgantes del continente americano, también fue demolido por el Gobierno de Jalisco en este siglo debido a la construcción de una presa irrisoria que jamás se llevó a cabo. Lo que hoy hay al fondo del Río Santiago es una réplica.Queda tan solo ese pequeño puente de piedra, con su arco único, bajo el concreto de Zapopan, invisible entre lo cotidiano, ajeno a la curiosidad del viandante, sucio, olvidado y cubierto por el grafiti, remanente de lo que alguna vez fuimos. Un pedazo del ayer en nuestro hoy indiferente.*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO