Un hombre caminaba por el jardín del templo de San Sebastián, en la colonia Analco, de Guadalajara, cuando fue interceptado por nueve inspectores y dos policías. En el lugar le hicieron abrir dos maletas que cargaba consigo para después decomisar sus pertenencias.Durante la revisión, el hombre no recibió mayor información de la razón por la que sus ejemplares de calzado usado y accesorios para celular fueron decomisados. Tampoco le dieron su acta de infracción para poder recoger sus pertenencias que estaban valuadas en cuatro mil pesos. Incluso los dos policías le agredieron. Uno lo sostenía del cuello, mientras otro le torcía uno de sus brazos.Ante la situación, los policías e inspectores justificaron que el hombre se mantuvo hostil y agresivo durante la revisión. Sin embargo, la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) explicó que corroboró el hecho a través de cámaras de videovigilancia y constató que el hombre sufrió la violación de su derecho a la legalidad, la seguridad jurídica y el trato digno.Por ello, la defensoría emitió una recomendación al presidente municipal de Guadalajara, Ismael del Toro, donde le solicita que se repare el daño a la víctima. También exige que la oficina de Contraloría Ciudadana continúe el procedimiento en contra de los inspectores de la Dirección de Control a Comercio en la Vía Pública.En el caso de que alguno de los involucrados ya no trabaje en el área, enfatizó que se deberá agregar una copia de la recomendación a los expedientes administrativos - laborales, para dejar como antecedente su conducta violatoria de derechos humanos.NR
