Felipe de Jesús Garay recibió la llegada de 2019 en el patio de urgencias del Hospital Civil. Desde el 30 de diciembre, espera la recuperación de su hermana. Lo acompaña José González, su cuñado.Mientras en la Zona Metropolitana se celebraba el fin de 2018, Felipe y Gonzalo aguardaban con dos docenas de personas en el nosocomio, velando la salud de un ser querido. La mañana del 1 de enero, alrededor de 50 personas con cobijas, chamarras y cartones, descansaban en el patio o en las afueras de las instalaciones médicas, esperando novedades.Felipe contó que su hermana “un día estaba bien y de repente amaneció mala”. Los médicos le dijeron que deben hacerle más estudios a su familiar.“Qué más quisiera uno que pasarlo en su casa, pero hay que estar aquí”, expresó.A la medianoche, justo cuando inició el Año Nuevo, se le permitió ver a Teresa para abrazarla. Durante la noche, grupos de personas repartieron comida entre quienes allí pernoctaban.“Imagino que eran familias o amigos de personas que están aquí”, dijo Santiago Guerra, cuya madre también fue internada. Su familia ya se encontraba preparando la cena cuando le comenzó a doler el apéndice.Los samaritanos repartieron piezas de pan, tamales y chocolate, detalle que hizo más llevadera la noche. “Lo que hicieron fue muy bonito. Dice que los tapatíos tienen buen corazón”, opinó.
