El coordinador de la maestría de Movilidad Urbana Transporte y Territorio del Centro Universitario de Tonalá. Fernando Calonge, explicó que eliminar la aglomeración en camiones no ha sido posible porque existe una tensión entre seguir las indicaciones sanitarias de debida distancia, y que estas unidades vayan lo suficientemente llenas para que sean rentables. Pues, dijo, las unidades semi vacías implican más gasto de mantenimiento, operación y recursos humanos.Propuso como una alternativa implementar la reducción del número máximo de pasajeros por autobús, cuando las olas de COVID-19 son más fuertes, cuando hay un mayor riesgo de contagios o si las variantes son más letales."En este sentido se tienen que tomar en cuenta las medidas sanitarias, pero también el cuidado ambiental, no se puede comprar más autobuses porque implica gastos, pero tampoco se puede cambiar al uso del automóvil porque eso es negativo para el aire que respiramos. Así que la solución para esos viajes de corta o media distancia es la movilidad activa, pero eso no depende solamente de los ciudadanos, eso implica una mejor infraestructura así como mayor seguridad en las calles".Otra de las alternativas es la movilidad activa, que consiste en utilizar otros medios de transporte como bicicletas en viajes a destinos de menos de 8 kilómetros, sobre todo en temporadas como diciembre, donde además de las aglomeraciones en el transporte público, la ciudad también presenta un incremento en contaminación.Para esta movilidad activa, el académico en Movilidad Sustentable de la Universidad ITESO Yeriel Salcedo propuso mejorar la infraestructura en las avenidas más transitadas."Hay avenidas que incluso no tienen banquetas, Avenida de la Aviación es una de ellas donde la gente tiene que caminar por donde pueda y a veces entre los coches para utilizar el transporte público".JL
