Aunque el Hotel Villa Primavera de la Universidad de Guadalajara (UdeG) fue abierto como un Centro de Aislamiento Voluntario (CAV) COVID-19, especialmente para personas de bajos recursos, los criterios para recibir pacientes fueron ampliados.El coordinador general de Epidemiología del Hospital Civil de Guadalajara, Mario Márquez; la coordinadora de monitoreo epidemiológico de las Villas, Sandra Rubio y el director general de Hoteles y Club Deportivo de la UdeG, Víctor Méndez, informaron que la decisión fue tomada con la finalidad de recibir a todo aquel paciente con diagnóstico positivo de coronavirus que no tenga un lugar para aislarse o que desee hacerlo para proteger a su familia en casa.Mario Márquez explicó que esto se hizo con base en los resultados de un nuevo algoritmo epidemiológico que consideró que, sin importar el nivel socioeconómico, el aislamiento de pacientes con síntomas leves o asintomáticos disminuye en gran medida el riesgo de contagios. pues por cada paciente positivo, pueden resultar hasta ocho contagios más.Hasta el momento, explicó Sandra Rubio, han ingresado un total de 18 pacientes con edades entre los 22 a los 57 años, de los cuales el 22% fueron pacientes asintomáticos y el resto con sintomatología leve. Actualmente, añadió, hay 13 residentes, los otros cinco han egresado voluntariamente o porque cumplieron su tiempo de recuperación. Con ellos, dijo Mario Márquez, y según los análisis epidemiológicos, se han evitado al menos mil 640 contagios más en ocho generaciones.Tanto el especialista como el director general de los hoteles insistieron en que este espacio no debe ser considerado como una estadía hotelera, sino como un espacio de atención y seguimiento a la enfermedad con personal especializado y capacitado, enfocado en la atención médica y humana necesaria para los pacientes.“Esto es más bien una herramienta para cortar la cadena de contagios. A final de cuentas no es que queramos tener llenos los centros de aislamiento, pero sí ofrecer la oportunidad a los jaliscienses de que tengan una opción para poder aislarse y romper la cadena de transmisión”, añadió Márquez.En este centro, señalaron los especialistas y el director del Centro, laboran alrededor de 100 personas entre médicos, enfermeros y personal general, divididos en tres turnos para brindar atención especializada las 24 horas. Todos, refirieron, son también monitoreados médicamente para garantizar también su salud y evitar contagios.Sandra Rubio recordó que para ingresar a este espacio solo es necesario que el paciente presente su diagnóstico de COVID-19 confirmado por medio de una prueba PCR o una prueba rápida, ser un caso leve o asintomático que no requiera equipo especializado para su recuperación y ser mayor de edad y menor de 60 años.Rubio añadió que por día se reciben de dos a cuatro llamadas para solicitar el ingreso al Centro, sin embrago, no todos han pasado el primer filtro por no contar con alguno de los requisitos mencionados. La mayoría de llamadas recibidas desde el inicio de operaciones de este espacio han provenido de pacientes de Guadalajara, Tlajomulco, Tlaquepaque y en general de la Zona Metropolitana de Guadalajara, aunque también se han recibido llamados desde Amacueca, Arenal y Tala.El ingreso a este espacio no tiene costo alguno para los pacientes. Quienes estén interesados en acceder a este servicio deberán llamar a los teléfonos 33-3823-3220 o 33-3540-3001 donde se les aplicará un cuestionario con el cual se medirá la viabilidad de su entrada, siempre y cuando cumplan con los requerimientos. En caso de que no se cuente con los medios para llegar hasta él, se estaría brindando el traslado agendado por parte de la Universidad.La capacidad de estadía en una primera etapa es para 200 personas en el mismo número de camas, aunque en una segunda fase se podría llegar a albergar hasta a 471 pacientes.El CAV está ubicado sobre el kilómetro 24 de la Carretera Libre a Nogales. Su operación como centro de aislamiento tiene un costo promedio al mes 4.5 millones de pesos, recurso donado por la Iniciativa Privada.NR
