Cubrebocas exclusivos, revestidos en seda y con delicados diseños acabados a mano es la propuesta que ofrece una diseñadora chilena para evitar que las novias tengan que ponerse máscaras quirúrgicas en un día tan especial como su boda."La mascarilla se inspira en el detalle de sus propios vestidos. La idea es que se guarde como una joya, como un recuerdo de este tiempo que nos va a dejar tantos aprendizajes", asegura la joven Andrea Fachin.Andrea explica que estos elegantes cubrebocas tienen tres capas: una exterior de seda y pedrería, una intermedia impermeable y otra de algodón para evitar la irritación de la piel. De esta manera se logra un equilibrio entre estética y seguridad sanitaria en tiempos de pandemia."A las clientas les ha encantado. Es una experiencia un poco tragicómica, pero ya que estamos en estos tiempos hay que asumirlo", agregó.Las mascarillas para novias, asegura la diseñadora, son una tendencia ya en países europeos y "llegaron para quedarse", debido a la cantidad de matrimonios que quedan pendientes de celebrarse.JM