Viernes, 26 de Abril 2024

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Vania de Dios: Valientes que denunciaron

Por: Vania de Dios

Valientes que denunciaron

Valientes que denunciaron

Denunciar se ha vuelto un acto de valientes. Sobre todo en un país donde prevalece la impunidad: con denuncias que no se investigan y, en consecuencia, delitos que no se castigan. En un país histórica y culturalmente machista, denunciar también es un acto de valientes cuando quien lo hace son una o más mujeres.

“Valientes” así les dice Ricardo Ponce -supuesto guía de la autosanación- a quienes han asistido a sus retiros y eventos en línea buscando ayuda para sanar sus emociones… Valientes que hoy lo señalan por manipular y aprovecharse de las mujeres para tener encuentros sexuales, vídeograbarlas sin su consentimiento y abusar de ellas.

Los testimonios en contra del llamado “creador de la autosanación” comenzaron a salir a la luz pública y acumularse cuando la youtuber mexicana Maire Wink, una valiente, narró lo que vivió en uno de esos retiros, en febrero de este año, y fue testigo de lo que llamó “un culto sexual disfrazado de sanación espiritual”.

La voz de la influencer, con más de 2.2 millones de suscriptores en Youtube y 826 mil seguidores en Instagram, -como pólvora- hizo eco rápidamente. A partir de ahí, la mayoría de las narraciones coinciden al describir el modus operandi del supuesto “experto en liberación emocional”: iniciaba contactándolas por redes sociales; las invitaba a alguno de sus retiros de tres días (por los que cobra entre 50 mil y 65 mil pesos); les “diagnosticaba” que estaban bloqueadas sexualmente o que necesitaban trabajar su chakra sexual y liberarse… y, entonces, comenzaba la manipulación.

Las afectadas retratan en sus testimonios un abuso de poder víctima-victimario, donde con base en la confianza y las expectativas que generaba las hacía sentir culpables cuando no querían acceder a sus propuestas (desde sexo oral hasta tríos); haciéndoles creer incluso que ellas estaban mal al negarse.

Con dos denuncias ante la Fiscalía de Quintana Roo y la cuenta @denunciaaricardoponce de Instagram, las valientes mujeres comenzaron a tejer una red de apoyo, invitando a otras a que denuncien si fueron víctimas de manipulación psicológica y abuso sexual, de trata de personas o también si el supuesto gurú las grabó y difundió vídeos sexuales de ellas, sin su consentimiento (penado con hasta 6 años de prisión, con base en la llamada Ley Olimpia).

La joven youtuber fue valiente. Consciente de la responsabilidad y privilegio que significa contar con plataformas digitales donde su voz tiene grandes alcances, el 29 de mayo denunció lo que presenció, para que otras mujeres no pasaran por lo mismo.

Al día siguiente, mientras el supuesto creador de la autosanación subía a redes videos de un retiro que llevaba a cabo en Bacalar, en redes sociales ya era tendencia #DenunciaARicardoPonce. El 30 de mayo publicó en Instagram que se le difamaba y que haría un pronunciamiento “con hechos y no con especulaciones”.  

Valientes han sido todas aquellas mujeres que comenzaron a hacer público que, en la búsqueda de reencontrarse, descubrirse y sanar emocionalmente, cayeron en la trampa. 

Lo que sigue: que se investigue y, de encontrarse culpable, se castigue. Y para que la impunidad no sea la que gane, seguro estarán las voces de cientos de mujeres atentas a que haya justicia, alzando la voz por estas y otras víctimas.
 

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