Había transcurrido apenas una semana desde la muerte de su hija y tuvo que ir a trabajar haciendo reír a otros. Hombres y mujeres que trabajan como payasos en Guadalajara están consternados; son una comunidad unida y no dan crédito -como muchos de nosotros- a lo ocurrido. Creen que Homero Sánchez atiende como un autómata las fiestas infantiles programadas: “el dolor lo tiene ido”, dicen.El miércoles 16 de octubre fue con su hija Atzhiri Paulina al centro de la ciudad a pagar una tarjeta departamental, tuvieron un desacuerdo en las actividades a realizar y prefirieron que cada quien tomara rumbos distintos. Fue la última vez que Homero vio a su hija de 21 años con vida. “La hubiera detenido con todas mis fuerzas, la hubiera acompañado mejor a donde fuera, hubiera”... Ese día no regresó a casa. Nadie imaginó que sería encontrada muerta un día después en el piso nueve de un estacionamiento ubicado en las calles de Ramón Corona y Madero, y se convertiría en la víctima 227 de feminicidio en Jalisco.Vivían juntos desde que Homero se divorció de la mamá de Atzhiri; tenían una relación muy cercana, ella creció viendo a su papá divertir a cientos de personas caracterizado como “Homerín”. A veces la joven lo acompañaba aún a los compromisos a pesar de las tareas que cada vez eran más intensas debido a que cursaba el tercer semestre de la licenciatura en Derecho Semiescolarizado en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH). Las fotos juntos como payasos y con el rostro sin maquillar permanecen como recuerdo en sus redes sociales.Homero tenía la esperanza de encontrarla viva, pidió compartir la foto después de que pasaron horas sin saber de ella y de que el celular mandara a buzón.“A todos mis amigos y amigas que han estado al pendiente de mi hija, desafortunadamente me tocó identificar su cuerpo, les agradezco que hayan compartido la foto de mi hija pero un desgraciado le arrebató su vida, en el transcurso del día me entregan el cuerpo, gracias por sus palabras de aliento”.Hasta el momento no se tienen avances en la investigación sobre la muerte de Atzhiri. Fue estrangulada, según la necropsia que practicó el Servicio Médico Forense (Semefo) y su caso sigue en espera de justicia.En los próximos días los padres de Blas Alí, asesinado el 23 de septiembre de 2016 y la mamá de Jorge Alberto muerto también el 2 de julio de 2018, ambos por robo, intentarán formar un grupo que auxilie a otros padres en el doloroso camino de la pérdida por violencia de un hijo.Mientras Homero en honor a su hija, se presenta con un nuevo nombre para hacer sonreír como el payaso “Homerín Pau Pau”.