Una vez más el Gobierno de Jalisco usa su mejor estrategia para fines propios: la represión policial.A las cosas y situaciones hay que llamarlas por su nombre, y lo hecho por el Gobierno estatal el lunes es a todas luces represión.Elementos municipales, conformados en la Policía Metropolitana y policías del Estado se apostaron desde temprana hora en la banqueta de José R. Benítez con vista hacia las casas."Están cercando nuestras casas, es por lo del colector. ¿Qué hacemos? Por favor ¡ayuda!", es lo que compartió una de las vecinas acompañado de las fotografías y videos en los cuales se apreciaba, además de los policías, un ejército de trabajadores envallando los domicilios.La pregunta es ¿Para qué la represión?.En el Parque San Rafael se construye un colector pluvial que el SIAPA y el Gobierno de Jalisco, aseguran, es para el beneficio de las y los vecinos, para que no se inunden zonas aledañas al parque.Por José R. Benítez introducen el colector que se hallará al interior. Si el supuesto, como lo ha señalado ya el Gobierno de Jalisco, es que se colocaron las vallas por seguridad de los colonos, suponiendo, puedan tener un percance en la calle ¿Para qué la policía?.Una vez más, el Gobierno de Jalisco no pudo con el diálogo. Desde hace años que los vecinos llevan un proceso legal respecto del previo, ya que los colonos han señalado diversas afectaciones al parque y al medio ambiente.Pero, aunque el tema pasó a varias administraciones municipales, ninguna, ni el Gobierno de Jalisco en su gestión actual, pudieron emprender un diálogo real, llegando a acuerdos su última socialización fue un folleto entregado a las y los colonos dentro de sus casas, encapsulados. Simplemente no se les da.Al gobierno de Jalisco lo que se le da es la represión policial a movimientos de los cuales, sabe, no tuvo el control a tiempo, como por ejemplo, en el caso de las y los 62 pepenadores detenidos en mayo pasado que se manifestaban en la calle Ramón Corona, a una cuadra del Palacio de Gobierno, ante el cierre de un par de vertederos en la Metrópoli.Se le dio por ejemplo, en julio de 2021, cuando mujeres policías estatales aprehendieron a una decena de mujeres que se manifestaba en la Torre de Educación Jalisco, por presuntos abusos cometidos a una menor en un plantel escolar.Se le dio por supuesto en las protestas del 4, 5 y 6 de junio de 2020, derivadas del asesinato de Giovanni López, situación que dejó como saldo la detención arbitraria de decenas de jóvenes y el haber exhibido que la policía no está preparada para enfrentar a protestas sociales, un derecho de todas las personas.Este tipo de actos además ocasiona que se tenga mala imagen de las corporaciones, que mucho hacen por la seguridad de las personas en el día a día, pero que al seguir órdenes de superiores que no han sabido manejar las situaciones, solo abona a que se sigan teniendo niveles bajos de confianza en su labor.Por ejemplo, de acuerdo con el IEGI, solo el 6.8% de las y los tapatíos considera "muy efectivo" el trabajo de la policía estatal, y 7.7% considera muy efectiva la labor de la policía municipal.La represión policial se ha convertido en una herramienta del gobierno para apaciguar lo que con palabras no pudo, las políticas de control es la única vía que ha quedado, pero no podemos permitir que siga ocurriendo.Por el contrario, es necesario documentar y hacer visible este tipo de actos cuando ello ocurra para dejar claro que la sistematización de la violencia policial, física o psicológica, como ocurrió con las y los vecinos de San Rafael, no debe ser la vía, jamás, para conseguir por vía libre lo que el Gobierno Estatal busca.
