El escándalo mediático del súper delegado en Jalisco, Carlos Lomelí, y su presunta red de empresas con prestanombres para adjudicarse licitaciones millonarias de venta de medicamentos al Gobierno, pondrá a prueba a la Cuarta Transformación.La postura de Lomelí es predecible: negarlo todo. Pero el hecho de que la empresa Abisalud, cuya propiedad niega, comparte prestanombres y domicilio con Lomedic, compañía sí reconocida por Lomelí, levanta sospechosismo.El tema no es nuevo. En la campaña de 2018, cuando el morenista fue candidato a gobernador de Jalisco, saltó el escándalo de Abisalud, pero el ahora delegado atajó las críticas al negar la propiedad de la misma. Mexicanos contra la Corrupción reveló, un año después, la existencia de una red de familiares, colaboradores y amigos detrás de nueve empresas en donde Lomelí es el propietario. Es decir, posee más de cuatro compañías que oficialmente reconoce como suyas. Por señalamientos parecidos, ya el Presidente Andrés Manuel López Obrador canceló una licitación millonaria a favor Manuel Rincón, su compadre y dueño de Bio Pappel, para la producción de libros de texto.¿Vetará AMLO a las nueve empresas vinculadas con Lomelí? Sobre todo Abisalud, que en este sexenio ya cobró 200 millones de pesos al Gobierno federal y al Gobierno de Veracruz al mando del morenista Cuitláhuac García.No se pierdan la mañanera este martes.***La historia de Robertito es única. Su fiscal estatal visitó Estados Unidos y ya no regresó, encarcelado por vínculos con el narcotráfico. Ahora el Departamento del Tesoro lo señala por recibir sobornos del cártel Nueva Generación y de operar en complicidad con miembros de su familia empresas fachada para lavar dinero del narco.¿Pero qué responde Roberto Sandoval, ex gobernador de Nayarit? Que él es víctima de una campaña de difamación y que, de hecho, si buscan en sus cuentas bancarias, sólo tiene pobremente 300 mil pesos.Mejor que el priista se asesore con expertos como Carlos Lomelí, súper delegado en Jalisco, ave de tempestades y dos veces listado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como dueño de empresas vinculadas al crimen organizado.Mírenlo, allí anda en la política, con sus escandalitos de vez en cuando, pero repartiendo subsidios del Gobierno federal en Jalisco y ganando licitaciones millonarias como parte de su labor “filantrópica” para dotar de insumos de salud al IMSS.
