Desde que se confirmó la nominación para dirigir la Secretaría de Educación en Estados Unidos, Betsy DeVos ha acaparado los reflectores por todas las razones equivocadas. DeVos discutiblemente consiguió su posición en el gabinete federal de la administración simplemente por donaciones a candidatos y al Partido Republicano.Antes de aceptar este tumultuoso trabajo en Washington, la billonaria nunca había tenido un puesto de tiempo completo en la industria de la educación y sus respuestas vagas y poco conocimiento del estado actual de la educación pública en los Estados Unidos demuestran sus carencias.Las políticas y reformas que busca legislar la secretaria atentan contra el principio constitucional de Estados Unidos. El punto más controversial es la denominada campaña de elección que pretende ofrecer a los padres de familia dinero para que puedan decidir en qué escuela matriculan a sus hijos.Este programa afecta seriamente el fondeo a las escuelas públicas en Estados Unidos, que ya se encuentran en una situación precaria. Lo peligroso de esta medida son las repercusiones que puede tener en el largo plazo para nuestros vecinos, ya que prácticamente estaban privatizando la educación.Las nominaciones de Donald Trump para consolidar su gabinete demuestran una gran ignorancia del proceso federal. La postura de Betsy revela que está al mando de una Secretaría que dejaría de existir si se aprueban sus propuestas. Desafortunadamente Betsy no está sola en un gabinete ignorante. La cabeza de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Scott Pruitt, demandó la institución que ahora dirige y admite que el cambio climático es una farsa.Scott jugó un papel importante en la decisión de la presidencia para abandonar el tratado de París dejando sólo a los Estados Unidos fuera del programa. La falta de capacidad del equipo de Trump se continuará demostrando, ahora el turno fue para Betsy; sin embargo, estoy convencido que no será la última ocasión, desafortunadamente hay mucha tela que cortar.
