El 3 de agosto de 2019 Patrick Crusius de 21 años llegó armado con un rifle de asalto (WASR-10, una versión del AK-47) a un centro comercial de El Paso, Texas. Su objetivo letal -según su declaración- eran los mexicanos. En cuestión de segundos, en los alrededores de la tienda Walmart, mató a 23 personas y dejó más de dos docenas de heridos. Los hechos ocurrieron en una población donde 8 de cada 10 habitantes son de origen latino. Fue clasificado por la policía como un crimen de odio. En aquella ocasión el gobernador republicano Greg Abbott hizo la promesa a las familia de las víctimas de que buscaría implementar medidas que evitaran este tipo de crímenes.Texas, que desde 1995 permite la portación de armas y paulatinamente ha ido reduciendo los costos de requisitos asociados a la obtención de licencia para ese motivo, el pasado 24 de mayo aprobó -en el Senado estatal- que se permita a las personas portar armas de fuego en público sin licencia o la necesidad de adiestramiento, ignorando la petición de las familias de las víctimas que se habían venido oponiendo a la propuesta. Y el jueves pasado, el gobernador Abbott -con una sonrisa muy amplia- firmó la ley, y haciendo referencia a la ola de migrantes que entran por su estado dijo de los texanos que, “ellos necesitan armas para defenderse”, calificandola además como “una medida de libertad y autodefensa”.Y el gobernador firmó la nueva ley en El Álamo -antigua misión franciscana junto a la localidad de San Antonio de Béjar (antiguo territorio de México) que la circunstancias la convirtieron en símbolo de la revolución tejana de 1836-, enviando un mensaje muy significativo, claro y profundo de porque alli y contra quién fue tomada la medida.Todo esto coincide en tiempo y forma con lo que ayer en este mismo espacio comentamos sobre la propuesta de Lara Trump, nuera del ex presidente del mismo apellido-, quien ahora como analista de FOX News -la plataforma de los Trump- recientemente recomendó a los residentes estadounidenses que viven en las zonas de la frontera donde ingresan los migrantes, que sería “mejor armarse y conseguir armas y estar preparados, y tal vez tendrán que tomar el asunto en sus propias manos”. Mensaje que se ‘sospecha’ viene directamente de quien fue presidente hasta el pasado 20 de mayo.El gobernador Greg Abbott, uno de los líderes más conservadores de los republicanos, en la misma ceremonia ratificó su intención la intención de continuar con el muro fronterizo -inconcluso de Trump- y dijo aceptar la ayuda de su similar de Florida, Ron DeSantis -otros republicano con ideas anti inmigrantes- para que le envié más agentes fronterizos a vigilar la frontera texana. ¡La guerra está declarada!. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
