Donald Trump autorizó el sábado pasado a usar “Full force -fuerza total-” si es necesario, al anunciar el envío de tropas a Portland, Oregón, bajo el argumento de proteger las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), mientras que la gobernadora del estado, Tina Kotek- le respondió que “No hay insurrección. No hay amenaza a la seguridad nacional. Oregon puede gestionar su seguridad”. Y el alcalde de la ciudad Keith Wilson fue más severo: “El número de tropas necesarias en Portland es cero”, y le advirtió al presidente “Nuestro país recuerda bien los actos de opresión”, además de señalar que “La única violencia que habrá será la que traiga Trump”.Habrá que decirlo como es, la necesidad de intervención de las tropas militares en Oregon -como fue en Los Ángeles y Washington DC-, recientemente- en una emergencia fabricada por el mandatario, como muchas otras “fantasías” a las que se le ocurren todos los días.Lo mismo sucede con la inusual y sorpresiva orden que dio al secretario de Guerra, Pete Hegseth, quien mandó llamar a Washington a todos los mandos militares estadounidenses en todo el mundo, razón por la cual en esta semana decenas -quizá centenares- de generales y almirantes se encuentran concentrados en una base del Cuerpo de Marines en Virginia, los cuales hoy escucharon de viva voz del Comandante en Jefe -Donald Trump- las nuevas “disposiciones” que tenga que comunicar, lo que ha suscitado ansiedad y preocupación en muchos sectores en Washington. En los últimos días Trump ha estado muy activo “inventando” acciones, disposiciones e injerencias, como sucedió el viernes con la “recomendación” a la Corte Suprema para ratificar la orden ejecutiva que elimina la ciudadanía por nacimiento a los hijos de personas indocumentadas; es el mismo caso con la represalia y persecución en contra de sus “enemigos” que en el pasado lo investigaron -por delitos que cometió-, como el caso de James B. Comey, ex director del FBI, quien tendrá que enfrentar a los cargos de la administración de Trump. Y ahora, quiere meterse en el manejo interno de las grandes corporaciones, como sucede con su recomendación a Microsoft a quien le ha “solicitado” despedir a Lisa Monaco -exasistente en Seguridad Nacional en la administración de Barak Obama-, recientemente designada como directora de Asuntos Globales de la compañía, bajo el argumento que representa “una amenaza para la seguridad nacional”.Ante la volatilidad y “fantasías” de Donald Trump, recientemente el Centro Brennan para la Justicia -instituto jurídico y de políticas públicas sin fines de lucro- ha propuesto reformas sobre los poderes de emergencia -fabricadas- del presidente, en donde puede tener esa facultad, pero para ejecutarlos que se necesite la aprobación del Congreso, en un intento por evitar los excesos que se están volviendo costumbre con la sencillez de una simple firma.Usted, ¿qué opina?