Aún sin concluir el proceso electoral, es inevitable que Joe Biden se convierta en el cuadragésimo sexto presidente de los EUA, acompañado de Kamala Harris, primera mujer en ocupar la vicepresidencia. El hecho, histórico en sí, entraña grandes lecciones, enseñanzas que deben quedar como referentes de un sistema -la democracia- que, si bien, permite el acceso al poder a personas no aptas profesional, psicológica o moralmente para conducir los destinos de una nación, también es el camino para enmendar las decisiones erráticas o equivocadas.Biden es el político formado, por años, en el ejercicio del poder; no es el improvisado al que se le ocurre ser funcionario y, aprovechando las bondades de un sistema electoral, irrumpe y trepa hasta los más altos cargos del gobierno. Biden es la perseverancia, el sentido común, la prudencia y el oficio que solo los seres inteligentes acumulan a lo largo de una vida con fracasos, sufrimiento, contratiempos e infortunios.El éxito de Biden y Kamala es el triunfo de la política; frente a la insolencia y las actitudes prepotentes, la buena educación y la humildad; frente a la descalificación, los argumentos y el proyecto de país; de cara a la ignorancia y el desprecio por la realidad, la ciencia y el conocimiento; en lugar de la intolerancia, la prudencia; frente a la confrontación, la aceptación de nuestras diferencias, la integración. Debemos ser optimistas: La democracia ha superado, una vez más, a la demagogia.El mundo ha cambiado mucho. Hace algunos años, para ser Papa de la Iglesia Católica, el juego de los intereses exigía ser Cardenal, italiano y miembro de la Curia Romana, así como para ser presidente de los EUA, ser blanco, anglosajón y protestante. Ustedes saquen cuentas. Tenemos un Papa argentino que no formaba parte de la Curia Romana, Obama es negro, Biden es católico y la señora Harris, la personificación del sueño americano, es morena, hija de inmigrantes hindú y jamaiquino.¿Cuáles serán los efectos en México? No habrá modificaciones sustantivas. Desde 1823, cuando James Monroe, quinto presidente de los EUA, definió los términos de relación entre el gobierno estadounidense y las otras naciones del mundo, ha sido lo mismo: ellos protegen e imponen sus intereses y nosotros deberíamos cuidar los propios. Lo que sí será diferente son las políticas públicas en materias de energía limpia, cambio climático, frontera, migración y, fundamentalmente, la polarización de la sociedad. De nuestra inteligencia depende ser tratados como lacayos o como socios.Finalmente, con esta columna se cumple el primer año de caminar Al Trote. Gracias a Carlos Álvarez del Castillo, por su generosidad, a Eliseo Mora, Chayito, Daniela y Pepe Jasso, quienes han tolerado mis errores y orientado en este difícil arte de escribir, y a ustedes, que me hacen el favor de leerme.P.D.: El día cinco de noviembre es una fecha inolvidable para la libertad: en EUA, los medios de comunicación profesionales dijeron NO al engaño, se negaron a difundir mensajes de violencia y odio.
