Martes, 23 de Abril 2024

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El PRI: Jalisco y más allá

Por: Diego Petersen

El PRI: Jalisco y más allá

El PRI: Jalisco y más allá

Pocas veces Jalisco había vivido una elección tan aparentemente resuelta. Contrario a lo que sucede en la cancha nacional, donde vamos a una de las elecciones más complejas, competidas y enconadas de los últimos años, la de Jalisco pareciera resuelta aún antes de comenzar: hasta los priistas creen que Enrique Alfaro, el candidato hoy de MC y probablemente del Frente, será el ganador y que la elección será un mero trámite.

Es tan poca la emoción puesta en la elección que no falta quien señale que la transición está arreglada

Este ha provocado un efecto adormecedor entre los priistas; nunca habíamos visto tan pocos tiradores a la gubernatura en el Revolucionario Institucional y menos aun estando el partido en el Gobierno (en la elección del 2000, con muy pocas probabilidades para el PRI se anotaron seis). Son tan pocos los candidatos y tan poca la emoción puesta en la elección que no falta quien señale que la transición está arreglada de antemano. Y algo hay de eso: los acuerdos entre Alfaro y Aristóteles parecen ir más allá de 2018.  

Así las cosas, todo parece indicar que los priistas de Jalisco saldrán a la cancha derrotados. El único que ha levantado la mano es el fiscal Eduardo Almaguer. Su tragedia como candidato no es solo que viene de la posición menos recomendable y con menos resultados del gabinete, la Seguridad Pública, sino que sus propios compañeros de partido no lo ven como un gran candidato, sino como el valiente que se atreve a enfrentar al destino manifiesto. Les gusta como candidato perdedor, pero son muy pocos los priistas que lo quisieran como gobernador.

El problema es que se trata de una elección donde lo que está en juego es la presidencia de la República y el PRI necesita al menos un millón o un millón 200 mil votos de Jalisco. El único priista más o menos competitivo es el senador con licencia y hoy líder de la CNOP nacional Arturo Zamora, que fue electo senador con un millón 400 mil votos, pero él ha dejado tan claro que su candidatura sería una jugada de sacrifico. Hay tan poca pasión en su posible candidatura que no contagia ni a sus amigos. La candidatura de Arturo Zamora podría terminar imponiéndose desde el centro, lo cual, lejos de ayudar al resultado podría complicarlo aún más.

El PRI en Jalisco parece haber perdido la pasión tras la derrota de 2015. Habrá que ver si el candidato a la presidencia los emociona, porque ni el gobernador ni sus posibles candidatos parecen levantar los ánimos.

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