Jueves, 25 de Abril 2024

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¿Ebrard?, ¿o hay otro ‘tapado’?

Por: Daniel Rodríguez

¿Ebrard?, ¿o hay otro ‘tapado’?

¿Ebrard?, ¿o hay otro ‘tapado’?

De acuerdo con los politólogos y quienes conocen con detalle las profundidades del ‘mundillo’ gubernamental, de los tres ‘designados’ -hasta el momento- por el presidente Andres Manuel López Obrador para que ‘busquen’ congraciarse con la base morenista y ‘ganarse’ la simpatía para obtener la nominación -entiéndase dedazo-  para la elección presidencial del 2024, el canciller Marcelo Ebrard es quien -en caso de llegar al poder- se alejaría un poquito del esquema, filosofía y estilo de gobernar de su actual ‘patrón’.

Por el discurso que pregonan ya como ‘elegidos iniciales’ y por el machote que siguen en sus planteamientos políticos, la actual jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, de llegar a posesionarse en la oficina principal de Palacio Nacional, serían una calca o remedo de lo que es la actual administración y no habrá muchos cambios en los objetivos a conseguir y hasta se ha llegado a comentar que se convertirían en ‘marionetas’ dirigidas desde el rancho ‘La Chingada’, en Tabasco.

La percepción que se tiene de Ebrard es que tiene mayor experiencia política, preparación, presencia, capacidad y reconocimiento, no solo a nivel nacional, sino internacional. Hasta finales del mes de junio, una encuesta que fue divulgada por la firma Poligrama, señalaba que el canciller “es el mejor político evaluado” cuando se está a dos años de la elección presidencial. La casa encuestadora indica que 1 de cada cuatro entrevistados califican a Ebrard como “excelente”. Sin embargo, a mediados del mes pasado otros sondeos mostraban que Sheinbaum  cuenta con el 36 por ciento de apoyo, solamente un punto porcentual (35 por ciento) arriba de Marcelo Ebrard.

Sin embargo, al margen de los politólogos y de lo que las encuestas revelan, todo parece indicar que el secretario de Relaciones Exteriores, en caso de llegar a la presidencia, posiblemente ‘tome cierta distancia’ del esquema y objetivos que se tienen en la actualidad, pero en el fondo se continuará con una línea muy similar, aunque sí con más tacto y mesura, no a manera de reto o con bravuconadas.

En el viaje que la semana pasada hizo Ebrard a Sudamérica -donde se empieza a perfilar- quedó claro que continuaría con la corriente de la alianza progresista de izquierda. Lo dijo en Colombia -donde asistió a la toma de posesión de Gustavo Petro y en donde mostró en sus redes la espada del Libertador Simón Bolívar-, “el cambio económico se encuentra agotado y hay que revertirlo mediante un cambio social profundo” en América Latina y el Caribe. Insistió en que “renovaremos alianzas y trabajaremos mano a mano para hacer de la región de América Latina un espacio verdaderamente integrado y en que los líderes de cada una de sus naciones impulsen nuevos modelos de desarrollo que privilegien a las personas por sobre todos los intereses”. Y conceptos muy similares fueron expresados en el viaje a Bolivia, donde fue invitado a los festejos de Independencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Por la capacidad del canciller, la retórica con dedicatoria al país vecino del norte continuará igual o peor -entre otros temas-, porque habría un concepto más ordenado de ideas -desde el punto de vista de planeación-  y de procesos para lograr esos objetivos.

Ebrard tiene una enorme ventaja sobre Sheinbaum y López Hernandez, porque además de su buena imagen ante un gran sector de la iniciativa privada del país,  tiene repartidas ‘tarjetas personales o de presentación” ante decenas de líderes en el mundo con los que ha tenido contacto personal, aprovechando la ‘táctica de avestruz’ que el presidente le ha permitido al alejarse del exterior y ‘esconderse’ entre las paredes de Palacio Nacional.  Y eso tiene un valor incalculable, que le da terreno ganado con mayor jerarquía, presencia, roce y experiencia, con conceptos que cuentan en el momento de hacer una evaluación final. Así que ante ‘la muerte anunciada’ por inacción de la oposición, habrá que ‘echar’ cálculos con el partido oficial para saber cuál es ‘el mejor postor’, con la enorme posibilidad de que el presidente solo haya mostrado ‘corcholatas’ falsas y tenga su ‘tapado’ muy bien resguardado. ¿Usted, qué opina?

daniel.rodriguez@dbhub.net
 

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