Viernes, 10 de Mayo 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Marcelo, una “corcholata” a los pies de “Andy”

Por: Diego Petersen

Marcelo, una “corcholata” a los pies de “Andy”

Marcelo, una “corcholata” a los pies de “Andy”

Nombre es destino: para qué se es “corcholata” si no es para tirarse al piso. O bien Marcelo Ebrard no cree en la encuesta como método, y por lo tanto en su propia cantaleta del piso parejo, o tiene muy claro que elector sólo hay uno y todo lo demás es faramalla. 

Ayer arrancaron todas las “corcholatas” a rolar por el país. Una, Ricardo Monreal, lo hizo jugando al devoto, poniendo su cara de becerro ahorcado ante las imágenes religiosas como si sus creencias le importaran a alguien. Otra, Fernández Noroña, en reversa, pues ni siquiera atinó el nombre del Estado donde empezó la campaña y confundió a Puebla con Oaxaca. Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López presumiendo que viajan en avión comercial y en clase turista, como si tuviera algún mérito hacerlo. Pero ninguna se tiró al piso en su papel de “corcholata” como lo hizo el ex canciller Marcelo Ebrard, quien propuso una Secretaría de la Cuarta Transformación en la que se concentre la gestión de los programas sociales y el seguimiento a las obras más importantes del sexenio que termina. Más aún, planteó que el secretario sea el hijo del Presidente López Obrador, Andrés Manuel junior, mejor conocido como “Andy”. Qué bueno que Morena detesta el nepotismo.

Más allá de que es una pésima idea en términos de administración pública (gestionar programas y proyectos separados del resto de la administración sólo para honrar la memoria de su antecesor) el mensaje tiene algunos destinatarios: aquellos que sostienen que Marcelo traicionará el proyecto de la autodenominada 4T y que argumentan que por ello no debe ser el candidato.

Si hemos de creer que realmente la candidatura de Morena se decidirá con una encuesta a población abierta, el discurso de Marcelo Ebrard antes de comenzar el “corcholatas road show”, que planteaba cambios dentro de la misma ruta, parecía el correcto, pues el grupo de población que no está contento con López Obrador, entre 30 y 40 por ciento de los electores, quiere cambios. La tirada al piso de ayer es, por el contrario, un mensaje al núcleo duro de Morena, ni siquiera para el Presidente, sino para ese primer círculo de Palacio que controla el junior. Una “corcholata” a los pies de “Andy”.

Parafraseando al dicho popular, Marcelo es de los que cree que los dedazos no existen, pero de que los hay, los hay. Tirarse al piso como lo hizo ayer no lo hará más popular en la encuesta, pero sí menos amenazante para los intereses creados alrededor del Presidente y la nueva y transformada mafia del poder.

Tirándose al piso Ebrard está reconociendo no sólo que no cree en la democracia interna del partido, sino que existen grupos de interés con los cuales tiene que pactar impunidad. Qué bueno que son distintos, que si fueran iguales quién sabe hasta dónde llegarían.

diego.petersen@informador.com.mx

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones