Lo peor que le podría pasar a la FIL Guadalajara es que se convierta, en vez de en una fiesta librera, en el botín de la grilla política. Si bien por su naturaleza es un evento también político, de ninguna manera es todo lo que acusó Andrés Manuel López Obrador.Por eso líderes empresariales y políticos cerraron filas a favor de que el evento sea visto como lo que es: una fiesta cultural que por sus pasillos deambulan la pluralidad de ideas y voces.Personajes como Carlos Villaseñor de Coparmex Jalisco; Miguel Ángel Landeros de COMCE; Rubén Masayi del CCIJ, pero además el senador Alberto Galarza “El Rojo” y otros más defendieron el evento librero más grande de latinoamérica y pidieron al Presidente que lo despolitice.Somos un país polarizado y los mensajes de AMLO en las mañaneras no ayudan. Todo eso lo podemos entender, pero como tapatíos en esta H. Cantina dejamos claro: con la FIL Guadalajara no se meta, señor Presidente.***Los lineamientos emitidos por el IEPC Jalisco sobre paridad de género en candidaturas rizaron el rizo y en una primera impresión parecen más complicados de explicar que una fórmula de física cuántica.Sin embargo, en pocas palabras puede resumirse en que los machines del patriarcado reinante en partidos políticos no están dispuestos a ceder espacios a las mujeres.Aunque los optimistas dicen que hay avances en comparación con procesos anteriores, predomina el doble discurso de los líderes políticos que se llenan la boca hablando de paridad, igualdad sustantiva, equidad y cuanto término eufemístico se pone de moda.Mal parado sale también el Instituto Electoral que al parecer accedió a la presión de los grupos políticos y modificó el dictamen de los lineamientos que se habían aprobado hace más de un mes en sus comisiones para cepillar la posibilidad de que mujeres encabecen las candidaturas en al menos cinco de los municipios más poblados.
